El truco sencillo para que tus papas fritas queden más doradas

Hay algunos secretos muy bien guardados para lograr hacer papas fritas más crujientes y doradas en casa. El objetivo es asegurarse de que el centro del tubérculo esté completamente cocido antes sin que se queme el exterior. ¿Esto cómo se logra? Realizando una cocción de dos tiempos y utilizando determinado tipo de papa y aceite. 

Freír las papas fritas dos veces puede parecer mucho trabajo. Sin embargo, si quieres lograr que estén ligeras y deliciosas, es lo que tienes que hacer. De lo contrario, estarán crujientes, pero poco cocidas en el medio o simplemente grasosas y blandas.
 

¿Cómo hacer qué las papas fritas queden más doradas?

Las papas con alto contenido de almidón como las papas de Idaho (también llamadas papas Russet) son la mejor alternativa para cocinar papas fritas. Esta variedad es más densa y tiene la menor cantidad de humedad.

Evita las papas cerosas, las que tengan piel roja, las nuevas y los alevines. Todas estas variedades se ahuecarán al freírlas porque el agua que tienen en su interior se evaporará.

Antes de comenzar a preparar las papas, llena un recipiente grande con agua fría y agrega una cucharada de jugo de limón. Tan pronto como cortes las papas, las vas a ir poniendo en ese tazón para evitar que se oxiden.

Ahora sí, para empezar, pela las papas y sácales todas las partes feas. Después córtalas todas del mismo tamaño para lograr una cocción pareja. Cuando estén listas, límpialas con mucha agua hasta que la misma salga transparente, de esta manera, les vas a estar sacando el exceso de almidón.

Es momento de llenar un recipiente con agua, hielo y limón. Vas a colocar ahí las papas y llevarlas al refrigerador durante 30 minutos aproximadamente. Este paso evita que el exterior de las papas fritas se dore demasiado antes de que el interior se cocine por completo.
 

El método de doble fritura

Escurre las papas fritas del baño de agua helada y sécalas por completo con un trapo de cocina limpio. 

Calienta el aceite a fuego medio-bajo, aproximadamente 160ºC. Cocina las papas en el aceite durante 6 a 8 minutos, o hasta que estén suaves y de un color ligeramente dorado.

Retira las papas fritas del aceite y ponlas en una charola con papel para sacar el exceso.

Puedes refrigerarlas nuevamente hasta que las vayas a comer, lo ideal es que, al menos, reposen a temperatura ambiente durante 15 minutos. Recuerda apagar el fuego debajo del aceite durante este tiempo.

Ahora calienta el aceite a 190ºC. Vuelve a sumergir las papas fritas en el aceite y cocina por unos 3 minutos o hasta que estén doradas y crujientes. Escurre sobre papel limpio, luego sala generosamente y sirve de inmediato.

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