¿Cuál es la diferencia de edad óptima para evitar el divorcio?
Un estudio realizado en la Universidad de Emory arroja luz sobre cómo la diferencia de edad entre parejas influye en la probabilidad de divorcio.
La diferencia de edad entre parejas siempre ha sido un tema de debate y especulación. Sin embargo, un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Emory en Atlanta, Estados Unidos, ha aportado datos concretos sobre este asunto, desafiando algunas creencias populares sobre la influencia de la edad en la estabilidad de las relaciones de pareja.
Los profesores Andrew Francis, Hugo Mialon y Randal Olsen lideraron una investigación en la que encuestaron a más de 3,000 parejas. Buscaban comprender la correlación entre la diferencia de edad y la probabilidad de divorcio. Los resultados fueron claros: las parejas con una menor diferencia de edad tienden a tener matrimonios más estables. Específicamente, las parejas con solo un año de diferencia en edad mostraron solo un 3% de probabilidad de divorcio.
El estudio también reveló que esta probabilidad aumenta conforme se amplía la brecha de edad. Las parejas con cinco años de diferencia enfrentan un 28% de riesgo de divorcio, cifra que asciende a 39% con una diferencia de diez años y llega a un sorprendente 95% cuando la diferencia es de veinte años.
La explicación detrás de estos números radica en que parejas de edades similares suelen compartir más experiencias comunes y se encuentran en etapas similares de desarrollo personal, lo que facilita vínculos empáticos más fuertes y, por ende, una relación más duradera. En contraste, parejas con grandes diferencias de edad a menudo experimentan problemas de comunicación y conflictos de intereses, tanto personales como profesionales.
A nivel global, las diferencias de edad en las parejas varían significativamente. En países occidentales, aproximadamente el 8% de las relaciones hombre-mujer tienen una diferencia de diez años o más. Esta proporción es mayor en uniones del mismo sexo, con un 25% en parejas hombre-hombre y un 15% en parejas mujer-mujer.
Aunque el estudio se basa en promedios estadísticos y no todas las relaciones con grandes diferencias de edad están destinadas al fracaso, los hallazgos sugieren que compartir una etapa de vida similar puede ser un factor crucial para la estabilidad matrimonial. A medida que las percepciones sociales evolucionan, también lo hace la comprensión de lo que constituye una diferencia de edad “normal” o aceptable en las relaciones.