Un dato negativo pone en alerta a un sector industrial clave
La necesidad de divisas de la Argentina es un problema que viene desde hace mucho tiempo. Hay sectores industriales que no pueden reducir su balanza comercial negativa.
La industria automotriz muestra datos positivos, pero el sector autopartistas sufre otra realidad
TelamLa Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), que agrupa a los autopartistas del país, difundió un informe que muestra el crecimiento del déficit comercial del sector, impulsado por un aumento de las importaciones de piezas y una baja en las exportaciones.
Entre los países donde esta tendencia se observa con mayor fuerza figura Brasil, el principal socio comercial de la Argentina.
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Los motivos que explican esta situación van desde un incremento de la producción durante la primera parte del año —que generó una mayor demanda de insumos importados— hasta la pérdida de competitividad de las exportaciones y el avance de las piezas de reposición provenientes de China y Brasil.
A ello se suma un problema de larga data: la salida del país de unas 52 empresas en los últimos 15 años. Estos son los puntos salientes del informe de AFAC:
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La balanza comercial de autopartes presentó un déficit de US$ 6.085 millones durante los primeros ocho meses de 2025, con un aumento del 6,7% respecto del mismo período de 2024.
Las exportaciones cayeron un 0,3%, cerrando el período analizado en US$ 861 millones.
Las importaciones de autopartes aumentaron un 5,8% interanual, alcanzando los US$ 6.946 millones entre enero y agosto de 2025.
Los principales rubros comercializados fueron Transmisiones (déficit de US$ 1.429 millones, con US$ 1.732 millones en importaciones y US$ 303 millones en exportaciones); Eléctrico (déficit de US$ 1.043 millones, con US$ 1.085 millones en importaciones y US$ 43 millones en exportaciones); y Motores (déficit de US$ 508 millones, con US$ 705 millones en importaciones y US$ 197 millones en exportaciones).
El comercio bilateral de autopartes con Brasil alcanzó, durante el período enero-agosto de 2025, un saldo negativo de US$ 1.746 millones, un 9% más que en igual período de 2024. Las importaciones totalizaron US$ 2.318 millones (+7% interanual), mientras que las exportaciones llegaron a US$ 572 millones (+1,1% interanual).
Los principales rubros exportados fueron Transmisiones, Motores y Componentes de motor, que en conjunto concentraron el 70,7% de las exportaciones.
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Transmisiones fue el rubro más relevante, con US$ 303 millones (-2,8% interanual), teniendo a Brasil como destino principal.
Motores registró un incremento del 20,1%, alcanzando US$ 197 millones, destinados casi en su totalidad al mercado brasileño.
En tercer lugar se ubicaron los Componentes de motor, con US$ 108 millones y una caída del 16,8% respecto de 2024.
En cuanto a las importaciones, los principales rubros fueron Transmisiones, Eléctrico y Carrocerías y sus partes, que concentraron más de la mitad del total (51,5%).
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Transmisiones sigue siendo el rubro más importante, con US$ 1.732 millones importados (+11,3% interanual), lo que representó el 24,9% del total y un aumento de 1,2 puntos porcentuales frente al mismo período de 2024.
Eléctrico acumuló importaciones por US$ 1.085 millones, un 15,6% más que el año anterior.
Carrocerías y sus partes alcanzó US$ 762 millones en importaciones (11% del total), con un incremento del 20,3% respecto de enero-agosto de 2024.
AFAC viene advirtiendo sobre la delicada situación que atraviesa el sector, ahora agravada por nuevos proyectos industriales con baja participación de autopartistas locales y por el avance de proveedores chinos.
En un comunicado difundido en julio, titulado “El ingenuo espejismo numérico de los vehículos ‘Made in Mercosur’”, la entidad expuso la creciente presencia de componentes asiáticos en vehículos que se comercializan como productos regionales.
“Lo que se exporta como un vehículo Mercosur es, en un número creciente de casos, un ‘Frankenstein automotriz’ con un corazón asiático y con un futuro principalmente chino”, expresó AFAC.
Según la entidad, las reglas del ACE 14 generan una distorsión en la integración de autopartes, ya que permiten que vehículos con mayoría de componentes importados sean considerados regionales y, por tanto, exentos de aranceles dentro del bloque.
“La mecánica es perversa en su simplicidad”, señala el documento, explicando que las terminales automotrices pueden importar componentes claves —desde sistemas electrónicos hasta piezas estándar— desde mercados de bajo costo como China, y que, al ensamblarlos en Argentina o Brasil, el vehículo resultante, con apenas un 20% de contenido local o regional, obtiene la “certificación” de origen Mercosur.

