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Solo tres de cada diez trabajadores de la vitivinicultura son mujeres

Así lo reveló el Informe sobre Perspectiva de Género en el Sector Vitivinícola 2025. Además, reveló que de cada diez enólogos, solo dos son mujeres.

La presencia de la mujer en la vitivinicultura todavía es minoritaria. La brecha de género marca que solo dos de cada diez enólogos son mujeres.

La presencia de la mujer en la vitivinicultura todavía es minoritaria. La brecha de género marca que solo dos de cada diez enólogos son mujeres.

Las desigualdades de género en la industria vitivinícola siguen presentes. Solo tres de cada diez personas que trabajan en el sector son mujeres, y su presencia en cargos de liderazgo se mantiene por debajo del 35%. Así lo revela la última edición del Informe sobre Perspectiva de Género en el Sector Vitivinícola 2025, donde también se evidenciaron algunos retrocesos respecto a años anteriores.

Elaborado por Wines of Argentina (WofA) en conjunto con Bodegas de Argentina y Amfori, el estudio destaca que un 91% de las bodegas no implementan políticas de conciliación laboral, y que aún persisten prácticas sexistas naturalizadas en estos entornos laborales. En total participaron 46 bodegas de distintas zonas vitivinícolas del país.

Luego de dos ediciones, este nuevo informe se realizó con un nuevo criterio de segmentación de las empresas, de acuerdo a la cantidad de personal. Del total de las bodegas que respondieron la encuesta, el 43,5% emplea entre 10 y 49 personas, siendo el rango más representado. El 26% de las bodegas participantes emplea entre 50 a 199 personas. El 17% son bodegas que emplean entre 1 y 9 personas y el 13% más de 200 personas. Del total de las bodegas que participaron, el 78,3% son de Mendoza, pero también respondieron establecimientos de Córdoba, Salta, San Juan, Neuquén, Chubut, Río Negro y Jujuy.

Persistencia en la brecha

De acuerdo a los resultados del relevamiento, de un total de 3.610 personas que trabajan en las 46 bodegas que han participado del estudio, 2.530 son varones representando el 70% y 1.080 son mujeres, constituyéndose en un 30%.

Se observa una importante brecha de participación en la industria vitivinícola, dado que de cada 10 personas trabajando en la misma siete son varones y tres mujeres, dato que se mantiene estable en relación al 2022 y 2023. Lo cual refleja una regularidad en la distribución desigual de oportunidades y acceso en el sector”, explicaron en el documento.

En la encuesta también se incluyó la pregunta acerca de si en la bodega trabajan personas con identidad no binaria. “El 76% de las bodegas que respondieron este estudio afirmaron no contar con personas de identidad no binaria dentro de su empresa, solo una de ellas respondió que sí. El porcentaje del 22% de las bodegas que decidieron no desconocer a estas identidades y optaron por responder No sabe/No contesta se podría interpretar como un indicador de que están considerando la posibilidad de contar entre su personal con identidades no binarias y que podrían no saberlo con certeza”, interpretaron.

La masculinización de la vitivinicultura

Otro de los datos que arrojó el informe es que de un total de 16 áreas, nueve están masculinizadas, seis están feminizadas y sólo una es paritaria. En comparación con los datos anteriores esto representa una reducción de las áreas en las que hay paridad de género y un incremento de las áreas con mayor presencia de varones.

Se considera que un área/sector/masculinizado cuando más del 60% de presencia de varones, es feminizado con más del 60% de presencia de mujeres y se clasifica como paritario entre un 50 y un 59% de presencia de varones y mujeres.

“Las áreas feminizadas están asociadas mayormente con funciones de gestión de personas, calidad, atención turística y servicios. Esto sugiere que el trabajo femenino sigue concentrándose en ámbitos de interacción y cuidado. En contraste, las áreas masculinizadas involucran tareas operativas, financieras, logísticas y de producción, reflejando una segregación ocupacional por género que segmenta tareas de atención al público y cuidados por un lado y roles técnicos y operativos por otro”, argumentaron.

Según se analiza en el informa, la feminización de Recursos Humanos y Marketing podría estar ligada a la formación académica y la percepción de habilidades “blandas” como un atributo femenino. Por otro lado, áreas masculinizadas como Enología, Mantenimiento y Logística pueden requerir formación técnica específica, tradicionalmente más accesible a los hombres.

En tanto, Medio ambiente/Higiene y seguridad/Sustentabilidad aparece como un espacio con paridad, lo que podría indicar una evolución en el acceso equitativo a ciertos sectores que combinan aspectos técnicos y normativos con responsabilidad social. Llama la atención que de 5 áreas que se mostraron como paritarias en 2023, el año siguiente se hayan reducido a una.

Los sectores con brechas más profundas son Mantenimiento, Fincas/Agrícola y Seguridad, seguidos por Enología, Fraccionamiento y Supply Chain con 93% de varones y solo 7% de mujeres. Respecto del área de enología, dada la marcada diferencia respecto a mediciones anteriores, con 22% de mujeres y 78% de varones . Sólo en el personal de limpieza las mujeres son más del 70%.

“Tal como se pudo observar en los informes anteriores, se evidencia que los estereotipos de género operan en el mercado laboral segregando a las mujeres a las áreas asociadas a los roles tradicionales de cuidado, amabilidad, compromiso social, atención al público y aquellas tareas que demandan más habilidades blandas. En contraste, los varones son mayoría en tareas vinculadas a la seguridad, el uso de la fuerza física, el riesgo y tareas contables”, explicaron.

Brecha de género

Sin romper el techo de cristal

Respecto a la segregación vertical, el informe marca una distribución desigual de las mujeres y los varones en la estructura jerárquica ocupacional. “Esta distribución genera subrepresentación de mujeres en la parte superior del ordenamiento de las ocupaciones. Este fenómeno, conocido como ‘techo de cristal’, hace referencia a los obstáculos que impiden el acceso de las mujeres a cargos jerárquicos, con las consecuentes implicancias en términos de la toma de decisiones, el desarrollo de carrera y las escalas salariales”, dice el informe.

Al igual que en los informes precedentes se observa una masculinización de toda la estructura ocupacional relevada. En los cargos de operarios/as, la presencia femenina es la más baja (18%), lo que indica una marcada masculinización en las funciones más técnicas o de base.

Brecha de género en la vitivinicultura

“Aunque el porcentaje femenino en gerencias y dirección se mantiene cercano a un tercio, sigue siendo minoritario en comparación con el de los hombres. Esto podría indicar barreras estructurales en el acceso a las posiciones más influyentes, factores como redes informales de promoción, cultura organizacional o expectativas de género pueden estar influyendo en esta marcada masculinización del liderazgo” plantearon.

Los puestos de encargados/as y operarios/as se mantienen en las mismas proporciones que el estudio anterior, en cambio, la presencia de mujeres como jefas de área disminuye de 40% a 33%, también en los directorios hay una disminución del 35% al 31%, lo mismo sucede en el cargo de CEO, donde se reduce del 33% al 31% en comparación con el informe anterior. Sólo en gerencias la presencia femenina aumentó levemente, de 35% a 37%.