ver más

Qué es una planta POX: el inédito sistema que aplicará Gualcamayo con el RIGI

La infraestructura minera de este tipo no existe actualmente en Argentina y solo se encuentran un puñado en el mundo. Los plazos para su ejecución y lo que sigue.


El cierre del año llegó con una noticia muy esperada en el ámbito minero: la aprobación del proyecto Gualcamayo dentro del Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) para el desarrollo de la minería de oro y plata en Jáchal, San Juan, por US$ 665 millones. La inversión, a cargo de Aisa Group, del empresario español Juan José Retamero, promete la creación de una planta industrial de oxidación a presión (POX), la primera de este tipo en Argentina y Sudamérica, y una de las únicas que actualmente existen en el mundo.

La construcción de esta infraestructura, que se dará dentro del predio donde por más de 15 años funcionó el proyecto original -que al momento de la adquisición de Minas Argentinas S.A. estaba entrando es su etapa de cierre-, está apuntado al Proyecto Carbonatos Profundos (DCP, por sus siglas en inglés), un cuerpo mineralizado ubicado debajo de lo que fueron zonas productivas de Gualcamayo.

De esta manera, se espera extender la operación en el proyecto minero por dos décadas más, empleando a unas 1.700 personas de forma directa. Con esta aprobación, que demandó casi un año de análisis y algunos cambios en el medio, contempla la construcción de la nueva mina y planta de procesamiento en 2027.

Juan José Retamero Mina Gualcamayo

Qué es una planta POX

La apuesta de la empresa por una planta industrial de procesamiento con tecnología de oxidación a presión, como lo contó Marcelo Agulles, jefe de Comunicaciones y Relaciones Comunitarias de Minas Argentinas S.A., está vinculada al desarrollo de Carbonatos Profundos, un yacimiento que hoy cuenta con más de 3,5 millones de onzas en recursos minerales. Se trata, sin embargo, de un mineral complejo: el oro se encuentra encapsulado en roca no oxidada, a unos 1.000 metros de profundidad, lo que exige procesos metalúrgicos específicos para su recuperación.

“La roca necesita ser sometida a un proceso de oxidación rápido para poder liberar el oro”, explicó Agulles. Allí entra en juego la planta POX, donde el mineral molido se combina con altas presiones y temperaturas, modificando su estructura. Luego, mediante sistemas de flotación en tanques, se separa el oro, que es el producto final que hoy produce Gualcamayo. “Es una tecnología probada en el mundo, pero muy poco abundante”, remarcó.

El desafío no es solo técnico. La planta deberá ser importada, ya que no se fabrica en el país, y también será necesario traer especialistas del exterior para capacitar al personal local. Solo la operación de la POX demandará alrededor de 300 empleados, que, una vez formados, podrán sostener la actividad durante los próximos 20 o 30 años. En ese sentido, Agulles destacó que Gualcamayo “seguramente se convierta en una escuela” para futuras operaciones mineras que requieran este tipo de tecnología.

Además de la POX, la nueva mina subterránea incorporará equipamiento que hoy no existe en la Argentina: maquinaria autónoma, operada de manera remota, con altos niveles de automatización. Esto implicará inversiones en conectividad de alta velocidad, sensores distribuidos en distintos puntos de la mina y nuevos sistemas de control. “Es un movimiento técnico y tecnológico que va a ser nuevo para la minería argentina, y en Gualcamayo estamos muy contentos de ser la punta de lanza”, afirmó.

La experiencia de vivir en una mina contada en primera persona por MDZ Online. Foto: Sol Devia/MDZ

El ingreso a Gualcamayo, el flamante proyecto aprobado por el RIGI. Foto: Sol Devia/MDZ

Qué plazos se manejan en Gualcamayo

El cronograma del proyecto prevé que la construcción de la nueva mina y de la planta de procesos comience hacia fines de 2027 o principios de 2028, una vez finalizadas las etapas de ingeniería, estudios metalúrgicos y factibilidad técnica. Durante el pico de obra, la dotación de personal crecerá de manera sostenida hasta alcanzar entre 1.500 y 1.700 trabajadores dedicados a la construcción de la infraestructura: unos 50 kilómetros de galerías subterráneas, la planta POX y otras instalaciones necesarias para operar en alta montaña.

Con el inicio de la etapa operativa, estimada para 2029 o 2030, el plantel se estabilizará en torno a los 700 empleados directos de Minas Argentinas S.A., a lo que se sumará un número significativo de puestos indirectos vinculados a contratistas y proveedores. “Va a ser mano de obra que tendremos que preparar y capacitar en los próximos años, porque vamos a incorporar elementos tecnológicos absolutamente de punta”, subrayó Agulles.

Actualmente, desde Minas Argentinas se encuentran realizando trabajos de exploración para el yacimiento de Carbonatos Profundos. Foto: Sol Devia/MDZ
Actualmente, desde Minas Argentinas se encuentran realizando trabajos de exploración para el yacimiento de Carbonatos Profundos. Foto: Sol Devia/MDZ

Las polémicas de Gualcamayo

Hace tan solo unos días, la empresa enfrentó la ruidosa salida de Ricardo Martínez, un referente del sector minero en San Juan que lideraba las operaciones de Minas Argentinas S. A. Eso, sumado al “atraso” que presentaba la aprobación del RIGI, despertó en la vecina provincia dudas y versiones acerca del verdadero potencial de Gualcamayo y sus reservas.

Al respecto, Marcelo Agulles fue contundente: “Si alguna de esas versiones hubiera sido cierta, no estaríamos viendo que el RIGI se aprobó una semana después”. Y remarcó que los recursos que dispone hoy Gualcamayo aseguran la operación por al menos 20 años o más.

Incluso, la compañía se encuentra actualizando su informe de recursos y reservas mineras. Los números preliminares muestran un incremento de al menos 20%, producto de las tareas de exploración realizadas durante 2025. “Con lo que tenemos hoy garantizamos 20 años de trabajo; con lo que seguimos descubriendo, tal vez podamos ampliar ese horizonte una década más”, anticipó.