Presupuesto 2026: números clave y diferencias con las estimaciones privadas
El centro de estudios CEPA analizó y criticó lo que consideran inconsistencias del presupuesto 2026. El precio del dólar y el dato de inflación en la mira.

Javier Milei presentó el Presupuesto 2026 el pasado lunes.
Captura de video.Tras la presentación del Presupuesto 2026 por el presidente Javier Milei, los especialistas comienzan a desmenuzar los principales números y a evaluar la consistencia del plan.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), vinculado al peronismo, es uno de los primeros en proponer un análisis detallado de los principales números de la propuesta de organización económica del Estado Nacional presentado por el presidente Javier Milei.
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En un informe denominado "Claves del Presupuesto 2026" marcan los principales contrapuntos y debates que llegarán al Congreso, si es que finalmente se trata el proyecto de ley.
Entre ellos, el que surge del anuncio sobre los aumentos a las partidas sociales, como educación, salud y jubilaciones. El centro de estudios plantea que se parte de una mejora la recaudación, aun con baja de impuestos y con las principales proyecciones macroeconómicas "fuertemente desfasadas" que condicen a las proyecciones privadas.
Advierten, además, que el presupuesto parece haber sido elaborado a principios de julio de 2025, es decir, antes de las tensiones cambiarias de julio y agosto. Esto marcaría la escasa voluntad del Gobierno de llevar puerto la aprobación del presupuesto en el Congreso, tal como sucedió en los años precedentes.
Crecimiento económico
Según el Gobierno, la economía argentina culminará el año 2025 con un crecimiento del 5,4% y los años 2026 y 2027 con una suba del 5% en cada uno de ellos.
Estos números difieren sustancialmente con las previsiones de las consultoras y los bancos que realizan en el llamado REM (Relevamiento de Expectativas del Mercado), que en el último informe del mes de agosto prevén una suba del 4,4% del PBI en el año 2025 y para los años 2026 y 2027 subas del 3,2% y 3,1% respectivamente.
También superan lo que evalúan el FMI y el Banco Mundial que esperan para el año 2026 un crecimiento del 4,5%, según las proyecciones realizadas en el mes de junio, antes de la crisis de los últimos meses que derivaron en una devaluación del 20% del peso y nuevos procesos de caída de la actividad en distintos rubros.
Inflación y dólar
Otro punto central, que será parte de la discusión parlamentaria, es el dato de inflación esperada.
El Gobierno parte del supuesto de una inflación del 24,5% a diciembre de 2025, esto implica una inflación de 1% mensual para los cuatro meses restantes de 2025, algo que luce muy poco probable a juzgar por la evolución de los precios y del dólar en las últimas semanas.
Para el 2025, en tanto, se prevé una inflación del 10,1%, lo que equivale a una inflación mensual del 0,8%. Estas estimaciones difieren de las proyecciones del REM que estima, 28,2% de mediana para 2025 y de 20,9 para los doce meses entre agosto de 2025 y julio de 2026.
El proyecto oficial estima un desinflación sensible para 2026 y 2027 hasta llegar al 5,9% y 3,7% respectivamente, objetivos a los que el Gobierno espera llegar a base de restricción monetaria y un dólar que a todas luces parece subvaluado.
El Presupuesto prevé un dólar a $1.325 a diciembre de 2025 y de $1.423 a diciembre de 2026. Algo que parece poco realista si es que se toma como parámetro lo sucedido esta semana en la que el dólar llegó a $1480, en el techo de la banda cambiaria negociada con el FMI.
Para llegar a esos números debería producirse una fuerte reducción del precio del dólar de alrededor del 10%, con una evolución que correría, incluso, por debajo de la inflación proyectada.
Para los especialistas que informan al BCRA en el REM, el dólar llegaría a $1.441 para diciembre y a $1.604 en julio de 2026.
Un superávit con números optimistas
El Presupuesto prevé superávit fiscal de 0,3% en el resultado financiero y de 1,5% de superávit primario, 0,7 puntos porcentuales menos que los que acordó con el FMI en la última negociación.
Incluso, insiste en la cuestionada política de capitalizar intereses de deuda en pesos, lo que les permite quitarlos del cálculo fiscal y mejorar el saldo, algo que el propio FMI cuestiona,
El Gobierno anunció que será el año con menor gasto fiscal en décadas y llegará al superávit aun con las bajas en las alícuotas de retenciones al agro y minería.
Lo que no parece razonable es esperar aumentos en las partidas de educación, salud y jubilaciones si estos tres rubros representan el 85% del gasto y al mismo tiempo se insistirá con el ajuste del gasto público, salvo por el optimismo mencionado en la evolución de la actividad y la baja de la inflación.
La mejora de la recaudación que sostendría la otra pata del superávit pasa por un aumento del consumo sostenido, algo que en los últimos dos años dejó poco para entusiasmarse.
Sin embargo, el Gobierno espera una mejora del consumo del 10,2% en todo el 2025 y del 4,9% en el 2026. No obstante, los datos oficiales en grandes cadenas de supermercados muestran suba de sólo el 4% en lo que va del año y un bajísimo 0,8% interanual. Desde ya que los fuertes aumentos de los valores de las tarifas tiran para arriba el gasto de la población más allá de la voluntad de los consumidores.
Otro ítem central en la evaluación del presupuesto es el de la inversión. El Gobierno espera que 2025 termina con una mejora de la inversión del 26,5% y siga en 9,4% en los siguientes tres años consecutivamente. Así se espera una mejora del 66% acumulado hasta 2028.
Estos datos se sustentan en la llamada inversión interna que en el primer trimestre de 2025 logró un crecimiento del 31,8% interanual en la Formación Bruta de Capital Fijo, tras la fuerte caída de 2024.
Además, se pueden proyectar los anuncios que a partir de la implementación del régimen de inversiones del RIGI se realizaron en los últimos meses.
Otro dato concreto, sin embargo, es que la Inversión Extranjera Directa (IED) para los primeros cinco meses de 2025 registró un saldo neto negativo de US$ 1.679 millones, según datos oficiales.
Balanza comercial en rojo
El dato de la balanza comercial muestra un fuerte déficit para los próximos años, cercano a los US$5.751 millones. Y para 2027 y 2028 se estiman rojos de US$3.707 millones y US$6.961 millones, lo que redundaría en un déficit comercial entre 2026 y 2028 por US$16.419 millones. Las exportaciones crecerían un 10,6% en 2026 y las importaciones un 11,1%.
Sin embargo, la base de cálculo, para el CEPA esta sobreestimada. Las proyecciones de exportación para 2025 deberían alcanzar US$11.169 millones mensuales en los cinco meses restantes para alcanzar el 33,3% de mejora en todo el año. algo que es complejo si se tiene en cuenta que hasta julio de 2025 el promedio de exportación mensual fue de US$6.781 millones.
Además, las estimaciones para 2026 son récord, con US$112.695 millones, pero si se las compara el promedio de los primeros siete meses de 2025, la variación debería alcanzar un 18,7% de incremento.