Presupuesto 2026: la madre de todas las batallas que enfrentará el Gobierno desde la semana próxima
Con los gobernadores en el centro de la escena, el Gobierno apunta a que el Congreso acompañe el Presupuesto 2026, el primero de la gestión Milei.

Por estas horas, Javier Milei y Luis Caputo están dando la puntada fina al proyecto de Presupuesto nacional que el Gobierno enviará el lunes al Congreso.
Foto: @LuisCaputoAREn las últimas horas, y en el marco de la intención del Gobierno de convocar nuevamente al diálogo a los gobernadores, volvió al tope de la agenda política y económica el Presupuesto 2026, algo que en cualquier país del mundo es de rutina pero que en este país adquiere ribetes dramáticos y una clara divisoria de aguas.
“El próximo lunes 15 de septiembre, a las 21, el presidente de la Nación hablará en cadena nacional, en el marco de la presentación del Presupuesto 2026 ″, escribió este miércoles por la mañana el vocero Manuel Adorni.
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Será la señal de largada de una ley clave para la asignación de recursos en la Administración central. Desde el Gobierno insisten que no se pondrá en juego el equilibrio de las cuentas públicas, aunque, en este contexto, vale recordar que el Congreso Nacional no sanciona una ley de Presupuesto desde 2023.
Luego fueron prórrogas de ese presupuesto elaborado durante el gobierno de Alberto Fernández, con partidas actualizadas y reasignadas por el gobierno libertario de Javier Milei.
Gobernadores en la mira
La dura campaña electoral para renovar las bancas en el Poder Legislativo, enfrentó una vez más a los gobernadores con el Gobierno nacional, con el reparto de recursos vía Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y las transferencias discrecionales a las provincias en el centro de la escena. El otro tema es clave es el reclamo de las provincias para que la Nación "les baje" obras públicas.
Ninguna de las dos cosas está en la agenda urgente del Gobierno. Si del Ejecutivo dependiera, iría por un tercer año consecutivo con prórroga del presupuesto, pero lo cierto es que, al menos en los papeles, Javier Milei y Luis Caputo deberán ceder algo a las provincias para convencer a los gobernadores de acompañar, con directivas a sus legisladores en el Congreso, varias de las medidas que el Gobierno necesita aprobar, incluidos los recurrentes vetos presidenciales.
Metas económicas
Aún no se han difundido las metas del nuevo proyecto de Presupuesto 2026, sin embargo, en julio pasado el Ministerio de Economía había anticipado las proyecciones macroeconómicas y fiscales para el cierre de este año y el año próximo, aunque probablemente serán actualizadas según cómo se movieron algunas variables durante esta parte del año.
En uno de los datos clave, el Poder Ejecutivo estimó una inflación interanual del 22,7% para diciembre de 2025, consolidando el proceso de desinflación que lleva adelante el Gobierno.
Esto se daría en un escenario de crecimiento del PBI de 5,5%, aunque hoy algunos analistas ya creen que la expansión de la economía podría ser algo menor.
En cuanto al tipo de cambio, Economía estimó entonces un dólar oficial de $1.229 para fin de año, que claramente ya quedó superado por la demanda del mercado.
A nivel de las cuentas externas, prevé un superávit comercial de US$4.913 millones, con exportaciones que crecerían 3,7%, aunque como contrapartida las importaciones saltarían 25,2% en 2026.
A su vez, la recaudación estimada marca un aumento real del 22,3% en términos nominales. Aquí, el número también debería ser revisado, casi con seguridad, teniendo en cuenta el enfriamiento de la economía en muchas actividades, en un contexto de suba del tipo de cambio, con probable impacto en la inflación y caída del consumo.
Números dibujados y algo más
Al asumir Milei el 10 de diciembre de 2023, en el Congreso Nacional ya estaba circulando en comisiones el proyecto que tres meses antes había presentado el entonces ministro de Economía, Sergio Massa. Aquel texto contemplaba un crecimiento de la economía del 2,5%, una inflación anual estimada del 70%, un déficit fiscal primario del 0,9% del PBI y un dólar a diciembre del año entrante a $600.
Milei desestimó ese proyecto aduciendo que no era realista y que, por lo tanto, prorrogaría el presupuesto anterior. Los hechos le dieron la razón, la inflación 2024 llegó a 117%, el déficit fiscal (sin contar la deuda del BCRA) pasó ese año de 10% del PBI al asumir a superávit del 0,3% y el dólar cerró en torno a los $1.050.
Por su parte, el año pasado el Ejecutivo volvió a presentar el proyecto en tiempo y forma el 15 de septiembre, pero la discusión se empantanó en el debate en comisiones, en medio de una fuerte pulseada en el capítulo obras públicas, que tenía a los gobernadores observando y "presionando", tras bambalinas.
El resultado final fue que, llegado el 30 de diciembre, aún no se había sancionado. Ese día el Gobierno presentó los temas que debían discutirse en Sesiones Extraordinarias del Congreso y llamativamente o no tanto, el proyecto de Presupuesto no figuraba en el listado, por lo que la discusión quedó saldada con una nueva prórroga del presupuesto anterior.