Presenta:

La inversión en Argentina aceleró en octubre por el aumento de importaciones

La inversión real creció 5,1% de la mano de importaciones de maquinarias y equipos, aunque en el rubro bienes de capital nacionales hubo una caída del 3,6%.

El Gobierno eliminará el 95% del impuesto PAIS en el pago de importaciones. Foto: Archivo
El Gobierno eliminará el 95% del impuesto PAIS en el pago de importaciones. Foto: Archivo

La inversión real en Argentina creció un 5,1 % interanual en octubre de 2025, en volumen físico, descontado el efecto de la inflación con un estimado de aproximadamente US$7.468 millones, según el informe del Orlando J. Ferreres & Asociados (OJF), a través del indicador Inversión Bruta Interna Mensual (IBIM-OJF).

El componente de maquinaria y equipos tuvo un desempeño destacado: un alza del 8,3% interanual en octubre. Este crecimiento, sin embargo, está concentrado en las importaciones. La maquinaria importada subió un 17,6%, mientras que la inversión en bienes de capital nacionales cayó un 3,6%.

En lo que va del año —es decir, los primeros diez meses—, la inversión en maquinaria y equipos acumuló un avance del 36,2%, lo que indica que, a pesar de la debilidad en producción nacional, el sector logró mantener un ritmo alto gracias al flujo de bienes importados.

El sector de la construcción mostró señales positivas. La inversión en ese rubro subió un 1,4% en octubre, siendo esta la cuarta variación positiva en los últimos cinco meses. El acumulado anual en construcción marca un crecimiento del 3%. No obstante, esta recuperación es modesta. Si bien representa una mejora respecto de meses recientes adversos, los niveles de inversión están aún por debajo de los promedios históricos en momentos de mayor dinamismo del sector.

inversion

Inversión basada en importaciones

El balance deja una lectura mixta. Por un lado, la continuidad de la expansión de la inversión —sobre todo en bienes de capital— sugiere que el aparato productivo mantiene cierto vigor, apuntalado por la importación de maquinaria. Por otro, la caída de la inversión en maquinaria nacional pone en evidencia una debilidad industrial interna.

Para 2026, una mejora en la demanda —ya sea por reactivación del consumo interno o por inversiones públicas y privadas— podría impulsar una nueva expansión de la inversión. Pero todo dependerá de la evolución de variables clave: tipo de cambio, estabilidad macroeconómica, y condiciones de crédito. Si esos factores no acompañan, la inversión podría desacelerarse.

Por otra parte, el predominio de maquinaria importada sugiere una vulnerabilidad: si las condiciones cambiarias se deterioran o la economía global se reprime, el ritmo de inversión podría resentirse.