Fuerte reclamo de la industria autopartista por la alarmante crisis que vive el sector
En los últimos 15 años cerraron más de 50 empresas autopartistas. La situación de crisis se profundiza y la entidad que agrupa a estas industrias hicieron una dura advertencia.
La industria autopartista está en una profunda crisis. Foto: Archivo
CeraVe«El último informe sobre la balanza comercial del sector autopartista ha encendido las alarmas, revelando un alto déficit y con tendencia creciente, lo que expone la fragilidad de la competitividad frente a los flujos de importación», dice AFAC en un comunicado que se titula: Alarmante tendencia del déficit comercial de autopartes: necesidad urgente de reglas de origen Mercosur que sean realistas´´.
La entidad hace un llamado de atención sobre la necesidad de revisar de manera urgente las Reglas de Origen vigentes para los vehículos exportados dentro del Mercosur en el momento en que se conoce el fin de producción en el país de empresas como SKF y DANA.
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Durante los primeros nueve meses de 2025, el déficit de la balanza comercial de autopartes alcanzó los USD 7.404 millones, marcando un incremento del saldo negativo del 9,8% respecto al mismo periodo del año anterior (2024).
El análisis de los flujos comerciales demuestra un desequilibrio preocupante.
Las importaciones de autopartes se dispararon un 8,7% interanual, totalizando USD 8.386 millones en el periodo enero-septiembre de 2025.
En contraste, el desempeño exportador fue notoriamente limitado, con un aumento de solo el 1,1%, cerrando el periodo con USD 982 millones.
La marcada disparidad – según la entidad - evidencia que las reglas actuales, establecidas para otro contexto tecnológico y geopolítico global, no logran morigerar la entrada de componentes importados.
Asimismo, la estructura productiva que ha sido golpeada en las últimas décadas y con una fuerte carga tributaria en todos los eslabones, no permite potenciar significativamente las ventas al exterior.
El déficit se concentra en rubros estratégicos que son fundamentales para la cadena de valor automotriz:
- El segmento de “Transmisiones” presentó el mayor saldo negativo, con un déficit de USD 1.629 millones.
- El sector “Eléctrico” registró un déficit de USD 1.097 millones.
- El rubro “Motores” contribuyó al saldo negativo con USD 564 millones.
La situación se agrava en el comercio bilateral clave con BRASIL. Durante los primeros nueve meses de 2025, el comercio de autopartes con el principal socio regional arrojó un saldo negativo de USD 1.996 millones. Este déficit con Brasil también creció de manera significativa, un 9,5% más que en 2024.
Las importaciones desde Brasil alcanzaron los USD 2.638 millones (+6,9% interanual), mientras que las exportaciones hacia dicho país sufrieron una ligera contracción del -0,3%, cerrando en USD 643 millones.
La fuerte suba de importaciones se puede observar tanto en lo relacionado con la producción de vehículos (aproximadamente 65% del total), como en el mercado de reposición.
En este último caso, en algunos productos como baterías, amortiguadores, juntas y neumáticos se observan tasas de crecimiento que van de 50% a 135%, principalmente de origen Brasil y asiático.
El déficit comercial de autopartes —creciente, recurrente y de magnitud relevante para las cuentas externas— funciona como un termómetro que refleja “la fiebre” de la pérdida de competitividad remarca AFAC.
"Este fenómeno surge tanto de la pasada larga ausencia de un entorno estable y previsible para las inversiones como de la persistencia de proyectos productivos con estrategias que no se ajustan a las condiciones estructurales de la Argentina".
"Actualizar las Reglas de Origen del Mercosur con criterios realistas, alineados con las nuevas tecnologías vehiculares y con una integración productiva regional adecuada, es una condición indispensable para revertir esta tendencia y promover una integración regional más equilibrada", agrega.
Las nuevas tecnologías, el avance de China en el reparto de este millonario negocio y la estrategia que adopta cada compañía están configurando un nuevo mapa para este sector.
En el caso argentino, las industrias instaladas en el país se mueven desde hace años baja la protección del paraguas que significa el régimen común con Brasil.
Sin embargo, este esquema empieza a resquebrajarse en este mundo globalizado y se agrava por factores internos.
La principal víctima, en estos momentos, es el sector autopartista. En realidad, el desbarranco viene desde hace varios gobiernos: en 15 años se fueron del país más de 50 empresas. En el mismo período, el empleo directo del sector cayó de 63.555 puestos de trabajo, en 2013, a 51.286 en 2024. Ahora se está profundizando.
El cuadro general que fue denunciado, hace unos meses, por la asociación que agrupa a los autopartistas (AFAC).
En un comunicado difundido en julio, titulado “El ingenuo espejismo numérico de los vehículos ‘Made in Mercosur’”, la entidad planteó la situación que se presenta con vehículos producidos en el Mercosur, pero que tienen, en realidad, un alto nivel de componente chinos.
“Lo que se exporta como un vehículo Mercosur es, en un número creciente de casos, un ‘Frankenstein automotriz’ con un corazón asiático y con un futuro principalmente chino”, explicó la entidad
Según AFAC, las reglas del ACE14 favorecen una distorsión significativa en la integración de autopartes, permitiendo que vehículos con gran mayoría de componentes importados sean considerados regionales y, por lo tanto, exentos de aranceles dentro del bloque.
“La mecánica es perversa en su simplicidad”, denuncia el documento, destacando que las terminales automotrices pueden importar componentes claves (desde sistemas electrónicos complejos hasta partes más standard) desde mercados de bajo costo como China, y que, al ensamblar estos componentes en Argentina o Brasil, “el vehículo resultante, con apenas un 20% de contenido local o regional del total de las piezas, obtiene la ‘certificación’ de origen Mercosur”.

