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El apoyo de EE.UU., ¿es a Argentina, a Milei o a los fondos de inversión norteamericanos?

El salvataje de Estados Unidos genera interrogantes sobre sus verdaderos costos, la exclusión de China como condición y la histórica dualidad entre el salvataje a la Argentina y la protección a Wall Street.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y Javier Milei.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y Javier Milei.

EFE

El salvataje de Estados Unidos llegó justo en el momento en que el Tesoro se estaba quedando sin dólares para contener la presión alcista del mercado de cambios y el BCRA iba a tener que vender dólares del préstamo del FMI.

En las últimas cinco ruedas, el Tesoro vendió US$1.715 millones para lograr mantener el dólar oficial mayorista en $1.430, valor en que se encontraba desde el lunes.

Por lo tanto, las ventas del Tesoro representan el 76% de los US$2.252 millones que compró en las seis jornadas anteriores a partir de la liquidación inédita del agro con la medida de retenciones cero, que tiene un costo fiscal de US$1.400 millones aproximadamente.

En consecuencia, solo le quedaban US$680 millones al Tesoro, de los que tenía que restar US$313 millones para afrontar pagos con organismos internacionales antes de los comicios. Lo que implicaba que era inminente que el Banco Central comenzara a vender reservas.

Por eso, el jueves, el Tesoro de EE.UU. intervino en el mercado de cambios comprando pesos. Es decir, hizo la función del BCRA o del Tesoro argentino pero que, por falta de dólares, no podía sostener el tipo de cambio si que continuaba subiendo.

¿Qué sabemos, por ahora, del apoyo de EE.UU. al gobierno de Javier Milei?

Que le otorga un swap por US$20.000 millones y que está dispuesto a intervenir en el mercado de cambios para frenar la suba del dólar.

Aclaremos que un swap, en el contexto de importaciones y exportaciones, generalmente se refiere a un acuerdo de swap de divisas. El acuerdo de swap con China le permite a Argentina importar bienes de China utilizando yuanes, en lugar de dólares para mantener sus reservas de dólares, y los chinos pagan sus importaciones desde argentina sin mover un solo dólar.

Es así:

  • China importa productos argentinos (por ejemplo, soja, carne o litio).
  • El importador chino paga en renminbi (RMB) al Banco Popular de China.
  • El Banco Popular de China, usando el swap, convierte esos RMB en pesos argentinos que entrega al Banco Central de la República Argentina.
  • El BCRA luego transfiere esos pesos al exportador argentino.

Es decir, en ningún momento hay movimiento de dólares en la operación comercial.

Las incógnitas del swap con Estados Unidos

No sabemos si el swap con Estados Unidos tiene las mismas características o es para que el gobierno argentino tenga una línea de crédito con EE.UU. para usar dólares con el objetivo de frenar la suba de esta divisa.

Tampoco sabemos es cuál es el costo que va tener el swap y el apoyo que EE.UU. le brinda a Milei. Aclaro que el apoyo es a Milei porque todo parece indicar que este apoyo es para ayudarlo a llegar a las elecciones del próximo 26 de octubre.

Si el resultado electoral llega a ser muy adverso para LLA, habrá que ver si continúa el apoyo.

Versiones encontradas

Lo que sí ya nos enteremos es que, en menos de 24 horas, hubo declaraciones diferentes entre Scott Bessent y Guillermo Francos. En efecto, el secretario del Tesoro de Estados Unidos afirmó, en una entrevista, que Javier Milei “tiene el compromiso de sacar a China de la Argentina”.

El viernes por la mañana, también en una entrevista radial, el jefe de Gabinete dijo: “No creo que una parte del acuerdo sea excluir a China de la Argentina”.

Mi impresión es que la ayuda a Milei viene para que no vuelva el kirchnerismo al gobierno y, sobre todo, por razones geopolíticas. Por un lado, el tema del narcotráfico que está tomando volumen en Sudamérica y, por otro lado, por la influencia que está tomando China en América Latina.

Con la información que tenemos hasta el momento, lo más probable es que el tipo de cambio tienda a bajar al igual que el riesgo país.

Y aquí surge la duda sobre si el apoyo es a Argentina o a Wall Street.

Cuando se produjo el efecto tequila, con la crisis económica en México entre 1994 y 1995, Bill Clinton, entonces presidente de Estados Unidos, armó un paquete de ayuda de US$50.000 millones para salvar del default a México. US$20.000 millones aportados directamente por EE.UU. a través del Tesoro y el resto con apoyo del FMI y el BIS.

Cabe recordar que el Congreso estadounidense se mostraba reticente a aprobarlo, por lo que Clinton terminó autorizando gran parte del respaldo mediante facultades ejecutivas y fondos de estabilización del Tesoro.

Algo parecido a lo que sucede actualmente, donde no solo se oponen representantes demócratas, sino que también protesta parte de los legisladores republicanos por el apoyo a Argentina.

Es que el salvataje que Bill Clinton armó en 1995 fue para salvar a los bancos norteamericanos que tenían gran cantidad de bonos mexicanos y, por lo tanto, si México entraba en default, los bancos norteamericanos iban a tener grandes pérdidas que podían afectar al sistema financiero norteamericano.

Los bancos y fondos de inversión estadounidenses tenían en 1994-95 alrededor de 20.000 millones de dólares en tesobonos mexicanos y, en total, unos 40.000 millones de exposición a deuda mexicana.

En este salvataje a Argentina hay ingredientes de geopolítica, como comentaba antes, pero también puede haber un salvataje a los fondos de inversión norteamericanos y a los bancos por su exposición en activos financieros de Argentina.

Los fondos de empresas de inversión como BlackRock, Fidelity y Pimco están fuertemente invertidos en la Argentina, al igual que inversores como Stanley Druckenmiller y Robert Citrone, que trabajaron con Bessent cuando era inversor de George Soros, de acuerdo a una nota del The New York Times.

En otras palabras, el gobierno americano estaría salvando nuevamente a fondos de inversión norteamericanos ante la caída que venían mostrando los bonos de Argentina e, incluso, algunos haciendo carry trade.

Ahora bien, esta intervención del Tesoro americano en el mercado de cambios de Argentina tiende a sobrevaluar el peso, es decir, a hacer artificialmente barato el dólar.

Si bien beneficia al gobierno argentino de cara a las elecciones, afecta a los exportadores que reciben menos pesos por cada dólar exportado, dado el tipo de cambio artificialmente bajo que Scott Bessent ayuda a mantener y al mismo tiempo, al perjudicar al productor de soja de Argentina por el atraso cambiario, beneficia al productor de soja de Estados Unidos.

Por ahora, el apoyo de Estados Unidos a Argentina es muy confuso, poco transparente y habrá que esperar al martes, cuando Milei encuentre con Trump en la Casa Blanca para ver si hay definiciones claras del apoyo.

De todas formas, más allá del auxilio financiero, que es un puente para que Milei llegue al 26 de octubre sin crisis cambiaria, la realidad es que los artilugios financieros no resuelven los problemas estructurales.

Las reformas estructurales dependen del apoyo político que, por ahora, no tiene Milei y tampoco parece interesarse en conseguirlo.