Informes preocupantes

Qué es y por qué crece el fenómeno de los "trabajadores pobres" en la era Javier Milei

Hay más de 2 millones de trabajadores en blanco que cayeron por debajo del umbral de pobreza. Diferentes encuestas reflejan un proceso de movilidad social descendente.

MDZ Dinero
MDZ Dinero martes, 1 de octubre de 2024 · 13:36 hs
Qué es y por qué crece el fenómeno de los "trabajadores pobres" en la era Javier Milei
Crece el fenómeno de los "trabajadores pobres". Foto: EFE

El presidente Javier Milei puso primera y avanzó en recortes en todas las áreas del Estado. Sin embargo, las consecuencias del ajuste están impactando fuerte en las economías domésticas de los argentinos, lo cual decanta tanto en niveles de pobreza como en términos de autopercepción de clase social.

Un informe reciente de Eduardo Chávez Molina y José Rodríguez de la Fuente, investigadores del Instituto Gino Germani, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, reveló que el 30% de asalariados en blanco -es decir, más de 2 millones de trabajadores- son pobres. Dato no menor es que esta cifra duplica a las del año pasado.

“Uno de los hallazgos más importantes es la creciente presencia de ‘trabajadores pobres’, quienes, a pesar de estar empleados, no logran superar la línea de pobreza. Este fenómeno es más agudo entre los trabajadores no registrados, con una tasa de pobreza superior al 70%, mientras que los trabajadores regulados enfrentan una pobreza del 30%. Esto evidencia que el empleo formal, aunque brinda cierta protección, no es suficiente para mitigar el impacto de la crisis”, consigna Infobae.

En 2024, se duplicó la cantidad de asalariados en blanco que son pobres.

Y explicaron que se trata de “un cambio en la estructura social que pone en evidencia la necesidad de analizar no solo los ingresos, sino también los mecanismos de inserción ocupacional y la calidad del empleo disponible”.

Trabajadores pobres, el nuevo fenómeno

A diferencia de la época de pandemia, en esta oportunidad se observó sectores más perjudicados que otros. Por un lado, están los profesionales o microempresarios, que si bien se vieron afectados por la crisis económica, lograron no caer bajo el umbral de pobreza gracias a las herramientas que tuvieron a su alcance.

La situación no fue la misma para aquellos trabajadores de muchas actividades masivas y formalizadas, "como los obreros de la construcción, los empleados de comercio, los ´oficinistas de tareas rutinarias´, los limpiadores tercerizados de hotelería y el personal doméstico, los empleados de franquicias sobre todo gastronómicas, en las que se respetan todas las condiciones de trabajo que marca la ley pero, a la vez, se pagan sueldos muy bajos".

Los investigadores detallaron en el informe que este segmento “antes gozaba de mayor protección, pero han comenzado a verse afectados”. Y completaron que “es evidente que la pobreza ha crecido notablemente en las clases medias, en particular entre los trabajadores no manuales de grandes establecimientos y los propietarios o directivos de pequeños negocios. En estos grupos, la pobreza se ha triplicado en tan solo siete años”. 

“Al analizar la relación entre pobreza y horas trabajadas, se destaca el incremento en el porcentaje de trabajadores regulados que son pobres, en especial los sobreocupados, cuyo número ha crecido en aproximadamente 20 puntos porcentuales, mientras que los ocupados plenos y los subocupados han aumentado alrededor de 15 puntos porcentuales”, concluye el informe.

Más encuestas y malestar en los bolsillos

En esta línea, también se conoció otro reporte nacional realizado por Opinion Lab, que reveló que el 36% se percibía como de clase social baja, mientras que remontándose un año sólo 18% se veía así; el 38% se identificó como de clase baja (30% antes), el 21% de clase media (el doble un año atrás) y el 4% de clase media alta o alta (9% en 2023). Eso perfila un proceso de movilidad social descendente en términos de autopercepción.

En la pandemia “todos se empobrecieron por igual”, pero esta vez, hubo ganadores y perdedores.

El mismo informe arroja que casi un tercio de quienes se percibían de clase media alta en 2023 se mantienen igual este año, casi 40% siente que bajó un escalón a la media, casi un cuarto que bajó dos hasta el segmento medio bajo; 5% cayó tres peldaños, hasta la baja.

En tanto, del 30% que se veía como media baja el año pasado, la mitad siente que cayó un escalón a la baja, 6% cree que subió un peldaño a la media y 44% que se mantiene igual.

El 43% de quienes se percibían de clase media en 2023 sienten que descendieron un escalón a la baja, un 20% cree que cedió dos hasta la baja y 37% que se mantiene igual este año.

Por otro lado, del 18% que se veía como baja el año pasado, el 71% cree que se mantiene, 3% opina que subió uno a la media y 25% que subió dos hasta la media baja.

De todos modos, en el resultado neto la movilidad descendente autopercibida se impone sobre la ascendente y la estabilidad.

Un estudio reveló que hay más de 2 millones de trabajadores asalariados en situación de pobreza.

En la misma línea, según Haime & Asociados, respecto a 2022 la autopercepción de nivel social alto cedió 1,3 puntos porcentuales, la de clase media cayó 10,4 puntos porcentuales y la de bajo medio descendió 5,1 pp; en sentido contrario, quienes se identifican como de clase baja crecieron casi 17 puntos porcentuales en el mismo lapso.

A su turno, la encuesta realizada en agosto por Pulso Research arrojó apenas 0,7% de clase alta, 27,5% de clase media, casi 39% de media baja y 28,5% de baja.

Más allá de los matices, se perfila un patrón de deterioro socioeconómico transversal creciente que implica un empobrecimiento relativo en un contexto que ya era desfavorable en 2023, pero se agravó.

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