Cómo es el tope a los precios de los autos que quiere poner el Gobierno

El mercado automotor está viviendo días agitados. Los problemas para comprar un 0 kilómetros son cada vez mayores, pero desde la semana pasada la situación se tornó más complicada. A las restricciones para importar autos que se arrastra desde hace un par de años, se sumó que, desde fin de junio, el Gobierno nacional decidió suspender la entrega de permisos para ingresar vehículos del exterior.

Esto provocó que se profundizara el desabastecimiento de modelos importados, con largas esperas para recibir una unidad y sobreprecios. Es cierto que los producidos en el país tienen entregas dentro de plazos razonables y sin pagos extras para adquirirlos, pero las fábricas también están complicadas para mantener las líneas de montaje trabajando por las dificultades para recibir insumos del exterior.

En este contexto, la devaluación posterior a las PASO golpeó fuerte en materia de precios y varias terminales enviaron, a medidos de agostos, listas adicionales que encarecieron los valores de los 0km. El golpe de gracia se produjo con la llegada de septiembre. El viernes pasado tendría que haber empezado a regir la nueva base tributaria del Impuesto Interno que grava a los modelos de mayor precio.

Ese día debía implementarse el ajuste trimestral previsto, de alrededor de 24%, para que gran cantidad de modelos que están apenas por debajo del límite fiscal fueran aumentados y, de esa manera, acomodar los precios del resto de los vehículos que tenían valores distorsionados. Hasta fin de agosto, los 0km de más de aproximadamente $8.400.000, de valor al público, estaban alcanzados por ese gravamen.

Desde septiembre, ese techo se tendría que haber incrementado hasta los $10.500.000. Sin embargo, la AFIP no publicó la resolución con la nueva escala por lo que sigue vigente el tope anterior. De esta manera, varias automotrices que enviaron el jueves por la noche los precios con aumentos en línea con la nueva escala, tuvieron que dar marcha atrás y frenar su vigencia, ante la no publicación de la norma con los cambios. Las subas iban del 7% a más del 20%, según los casos.

Paralelamente, el Gobierno nacional convocó a las terminales, a mediados de la semana pasada, para que se sumaran al programa de Precios Justos. No era la primera vez que lo hacía sin resultado positivo. Sin embargo, en esta oportunidad ofreció un estímulo tentador: las empresas que se acogieran a esta medida oficial tendrían el beneficio de tener liberación de permisos para importar, conocidos como SIRA.

La negociación es empresa por empresa y se está definiendo en estas horas, pero mientras tanto el mercado trabaja con aumentos “tentativos” a la espera del acuerdo final. Por un lado, porque dependen de esta negociación; por el otro, porque se espera que aparezca la resolución con los cambios en Impuestos Internos.

En distintas concesionarias consultadas por MDZ reconocieron que se está trabajando en un estado de gran incertidumbre y con una demanda en baja. Uno de los segmentos afectados es el de los planes de ahorro. En algunos casos, al no tener el aumento oficial del mes, no se pueden ajustar las cuotas para que paguen los suscriptores.

En otros casos, se están realizando ajustes ya que los modelos que entran en este sistema de financiación no pueden ser alcanzados por el Impuesto Interno. La confusión es tal que en distintas marcas consultadas por este tema dieron respuestas diferentes sobre lo que está pasando y, hasta cierto punto, contradictorias.

Lo que está claro es que el Gobierno nacional no quiere que los aumentos de precios sean de la magnitud que proyectaban las empresas. Por eso, le quiere poner un tope o, al menos, que algunos modelos tengan un ajuste menor, especialmente los más accesibles, mientras que el resto podría aumentarse más. Cada empresa determinará si se suma al programa y qué modelos elige para ofrecer con un descuento menor.