Reservas al límite

FMI: se define el acuerdo, sería por U$S10.600 millones y con apoyo de EE.UU.

La negociación de un nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas con el Fondo Monetario Internacional ya entró en terreno de definiciones. Ya logró un apoyo clave como el del gobierno de Estados Unidos. El Ministerio de Economía espera el ingreso de dólares a partir de julio.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño jueves, 4 de mayo de 2023 · 14:48 hs
FMI: se define el acuerdo, sería por U$S10.600 millones y con apoyo de EE.UU.
Las arduas negociaciones con el Fondo ya llevan más de una semana, y si bien hay acercamiento todavía no está claro que el consenso esté cerca. Foto: Ministerio de Economía

Dos definiciones importantes hubo ayer en torno a la negociación entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por un lado, se conoció el monto exacto que el organismo que conduce Kristalina Georgieva estaría dispuesta a girar al país durante el 2023: unos U$S 10.600 millones.

Pero, además, se confirmó que el Board del Fondo aprobaría las modificaciones del acuerdo, ya que los Estados Unidos ya dio la orden a sus embajadores en el organismo que levanten la mano a favor del país en el momento en que el caso argentino vuelva a ser discutido en el máximo ámbito del FMI. Así lo indicó ayer la agencia Bloomberg, y así lo confirmaban también fuentes de Buenos Aires.

Con respecto al monto de la ayuda, la confirmación de los U$S 10.600 millones que se están negociando en estas horas, tiene su lógica instrumental. Se trata de la acumulación del dinero que el FMI se había comprometido a girar al país durante 2023, según el acuerdo de Facilidades Extendidas aprobado en marzo del año pasado.

Dónde hay un dólar

En las tres liquidaciones que el organismo debía concretar siempre que Argentina cumpliera con las metas pactadas el año pasado. El acuerdo está suspendido desde el miércoles de la semana anterior, cuando el Ministerio de Economía informó a las autoridades de Washington que utilizaría dólares de las reservas del Banco Central para controlar la suba de la divisa, algo que estaba explícitamente prohibido por el FMI.

El Banco Central viene administrando la escasez de dólares, y busca el respaldo del FMI.

Las nuevas condiciones que están siendo negociadas en estas horas incluyen la alternativa que el organismo acelere a julio (voluntad de máxima) o mantenga en sus tiempos trimestrales comprometidos (de mínima) los pagos.

¿Cuál sería la ventaja para Argentina? Que, como contrapartida, el FMI flexibilizaría los pagos comprometidos hasta fin de año, reprogramándolos para liquidar después del 2023. Esto es, cuando otro gobierno esté en el poder. Para la gestión, Sergio Massa implicaría entonces que los fondos quedarían liberados para utilizar este año, ya sin los compromisos de pago hasta diciembre por delante.

Sobre el voto de los Estados Unidos en el Board, el hecho de confirmar que sería positivo destraba el último escollo disponible para avanzar en la negociación actual y llevar la Carta de Intención hacia el directorio. Es así, ya que solo con un mínimo del 85% de los avales, se podría autorizar a que los técnicos de línea del Fondo apliquen para el país un plan de pagos por fuera de los únicos mecanismos autorizados por la Carta Orgánica del organismo, en este caso un acuerdo de Facilidades Extendidas con cambios en el plan de pagos y liquidación de divisas.

Los votos en el Board

Y, como lo que propone el país es una alteración de las normas, solo una votación de más del 85% podría avalar el pedido. Más allá de los apoyos ya anunciados y descartados de Brasil (lo anunció Lula el lunes), China y Rusia, todo dependerá del acompañamiento de los Estados Unidos, país que detenta el 16,74% de las acciones, con lo cual sin este aval sería imposible que la intención de alterar (levemente) la Carta Orgánica del FMI pueda ser posible.

Y esto es necesario, ya que por lo que se explicó más arriba, el acuerdo de Facilidades Extendidas que se discute tendría alteraciones con respecto a lo que está escrito en las normas internas del organismo, y solo con el apoyo desde el Directorio máximo podrían reconfigurarse estos cambios.

El organismo financiero multilateral requiere mayorías especiales para aprobar acuerdos que alteren las condiciones previstas.

En conclusión, y parafraseando una máxima ya algo gastada del “albertismo”: “Con Estados Unidos no alcanza, pero sin los Estados Unidos no se puede”.

En el tema votos del Board, la situación está marcada de manera clara. Cada estado soberano tiene un porcentaje de votos dependiendo de su PBI, reservas y aportes directos al funcionamiento del organismo con sede en Washington. Cualquier acuerdo normal (Stand By o Facilidades Extendidas) es aprobado con un porcentaje mínimo del 70%, pero se necesita mayoría del 85% para planes especiales o alteraciones de la Carta Orgánica. Recientemente, esta mayoría fue la necesaria en casos como la crisis griega de 2010 y la de Portugal de 2011. 

En total, el Board está integrado por 24 directores ejecutivos que representan porcentualmente diferentes niveles de poder dentro del organismo. Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido pueden elegir un director sin ayuda de ningún otro país. China, Arabia Saudí y Rusia eligen de facto un director cada uno, mientras que los 16 restantes lo eligen según bloques de estados. Argentina, a través del enviado local, Sergio Chodos, ocupa el grupo con Bolivia, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay.

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