Dólar vino: por qué a cuatro días de que rija aún no hay precisiones de cómo funcionará

La implementación de un tipo de cambio diferencial para el sector vitivinícola generó expectativas en casi todas las partes de la cadena exportadora. El dólar vino anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, durante la Vendimia fue una suerte de alivio, debido a las complicaciones cotidianas del sector que gatilla la brecha cambiaria.

Desde el 4 de marzo hasta ahora se han sucedido diversas reuniones entre la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y funcionarios del ministerio que conduce Massa, así como de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, a cargo de Juan José Bahillo.

Sin embargo, a cuatro días de que comience a regir el nuevo régimen, casi no hay precisiones. Una de las pocas es que no solo abarcará al vino botella o granel, sino también al resto de los productos vitícolas como uva, pasa y mosto.

Mario González, presidente de la Coviar, expresó que están expectantes y que ha habido reuniones y negociaciones durante la semana pasada e, incluso, en esta. “Todo marcha bien, pero todavía no tenemos mayores detalles”, dijo. Agregó que aún no se sabe qué duración tendrá, ni el valor final de ese dólar diferencial.

Aunque en algún momento el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) había dejado trascender que el espacio se abriría entre abril y agosto; luego no hubo confirmación oficial al respecto. Tanto desde Coviar como desde otras organizaciones vitivinícolas como la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) han insistido en la importancia de que el dólar vino tenga una duración relativamente extensa para que tenga el impacto positivo buscado para la industria.

“Nuestra postura es que sea una medida de al menos un ciclo, que el valor del dólar sea competitivo y que haya un índice de actualización automática en función de las variaciones del tipo de cambio”, sostuvo González. Este último punto evitaría dilaciones burocráticas, que volverían a dejar atrás el nuevo dólar si su valor blue aumenta repentina y considerablemente.

El pedido de un plazo de un año se apoya en la idea de que esa sería la manera de recomponer al sector que, como otros, viene castigado por esta diferencia. Además, está relacionado con las características de la actividad que nada tienen que ver con las de un commodity, que podría tener una recuperación más rápida. “Tendría que ser un ciclo o, al menos, hasta fin de año”, destacó González.

Por último, aunque nadie quiere arriesgar un valor oficial de lo que tendría que valer el dólar vino, el pedido es que sea competitivo y que esté a un poco más de mitad de camino entre el oficial y el paralelo. Con precios de $214 y $394, respectivamente; la brecha hoy es superior al 80%. Y ahí está el problema: entre lo que se recibe por la exportación de manera oficial y lo que se tiene que desembolsar en costos que corren a precio blue.

Así, con la precisión de que el nuevo sistema comenzaría a regir a partir del sábado 1 de abril, el sector vitivinícola exportador espera que haya novedades en estos días.