Análisis sectorial

El producto emblema de Mendoza que trae dólares al país

Exporta casi el 80% de la producción a Brasil, donde todavía tiene potencial de crecimiento. Pese al contexto macroeconómico adverso, este año incrementó su superficie cultivada. Un producto noble, de mano de obra intensiva, que está a salvo de las heladas y el granizo.

Diana Chiani
Diana Chiani viernes, 24 de marzo de 2023 · 07:00 hs
El producto emblema de Mendoza que trae dólares al país
Foto: Gobierno de Mendoza
El producto emblema de Mendoza que trae dólares al país
En Mendoza se cultiva el ajo blanco, el colorado, el morado y el blanco temprano Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
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Mendoza es la segunda productora de hortalizas del país después de Buenos Aires y, en este segmento, el ajo es una de las emblemáticas. En el último año, aumentó su superficie cultivada y en la actualidad concentra más del 30% del total de hortícolas plantadas en la provincia. Aunque parece una producción menor, lo cierto es que entre el 70% y el 80% de esta producción se exporta a Brasil y todavía tiene oportunidades para crecer.

El sector fue noticia en la última semana, debido a los decomisos por parte de la Aduana de cargamentos de ajo de contrabando con destino al país vecino. Como otros sectores exportadores, el del ajo tiene grandes complicaciones debido a la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo. Esta situación es lo que, por un lado, alimenta esos desbarajustes y, por el otro, frena las posibilidades de crecimiento, con el consiguiente ingreso de dólares que eso implicaría.

Maximiliano Di Cesare, gerente general de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocamen), contó que existe una tradición importante en torno al ajo y que no sorprende que la superficie crezca en la medida en que el contexto lo permita. Algo que en la actualidad se complica y comienza a poblar la cancha de oportunistas que hacen negocios ilegales.

Ingreso de divisas

La temporada pasada se exportaron unos 12 millones de cajas de diez kilos de ajo, a un valor promedio de 15 dólares la caja. El gran consumo que tiene Brasil de esta hortaliza permitiría crecer todavía más, ya que en la actualidad el ajo mendocino y el brasileño coexisten en armonía, al tiempo que no se alcanzan a cubrir las necesidades de ese país.

Otros destinos del ajo son, por un lado, Estados Unidos y, como tercera opción, aunque un poco más lejana, se encuentra Taiwán. Por otra parte, España y China –los principales competidores en este rubro- trabajan a contraestación; lo que no complicaría el negocio local. “Tendríamos la posibilidad de generar nuevos mercados si la estructura de costos y cambiaria fuera diferente”, subrayó Di Cesare al tiempo que destacó la calidad del ajo de Mendoza.

Pese al contexto y a las dificultades reales que tiene el sector, el Instituto de Desarrollo Rural de Mendoza (IDR) destacó que la superficie con ajo en la temporada 22/23, alcanzó un total de 13.300 hectáreas, lo que implicó un aumento del 17% en comparación con 2021.  

Cultivo amigable

El protagonismo del ajo en Mendoza tiene varios motivos. El primero es que concentra la mayor superficie cultivada de hortalizas y otro es que involucra a más de 1.500 productores, según datos del IDR. Por otra parte, es una producción de mano de obra intensiva que impacta en el empleo. En palabras de Di Cesare, unas 80.000 familias viven del ajo. Lo más común es que haya pocas hectáreas en muchas manos; lo que favorece trabajo familiar.

“Es un cultivo que requiere de grandes inversiones, principalmente en mano de obra, que es uno de los principales insumos en toda la cadena de producción”, explicó el gerente de Asocamen. Así, la plantación, la cosecha y los procesos de industrialización o empaque requieren de muchas personas que trabajen.

Esta hortaliza concentra más del 30% de la superficie hortícola anual y en las temporadas de invierno implica más del 70% de la superficie hortícola cultivada. La mayor parte se encuentra en el Valle de Uco, que reúne el 59% de los cultivos, seguido de lejos por la zona Centro y Este de la provincia.

Una de las ventajas del ajo es que, aunque es anual, ya que tiene nueve meses de desarrollo, tiene alta perdurabilidad después de cosechado. Esto permite tener la mercadería lista por un tiempo, en función de los precios de mercado y de la logística que requiere el envío a Brasil. Otro de los beneficios es que, al ser un cultivo subterráneo, no suele estar sometido a las inclemencias climáticas.

Los cuatro tipos comerciales más cultivados en la Mendoza son los morados, colorados, blancos y los blancos tempranos. La siembra se hace entre febrero y marzo, mientras que la cosecha comienza a fines de octubre y finaliza en diciembre. “El ajo permite estirar los tiempos de comercialización si fuera necesario y, una vez que está en condiciones de ser transportado, se comercializa”, expresó Di Cesare. Así, la exportación del producto se extiende hasta finales de agosto.

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