La magia del proyecto

La joya kirchnerista que Javier Milei busca dinamitar con el proyecto de ley ómnibus

El proyecto de ley ómnibus presentado este miércoles por el Ejecutivo, entre otras cosas, hace foco en la posibilidad de vender las acciones que pertenecían a las AFJP.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 27 de diciembre de 2023 · 19:37 hs
La joya kirchnerista que Javier Milei busca dinamitar con el proyecto de ley ómnibus
Foto: Noticias Argentinas

En medio de la catarata de normas y resoluciones del proyecto de ley de "Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos", aparece la demolición de una de las joyas ideológicas más preciadas del kirchnerismo: la posibilidad de volver a privatizar las acciones de las empresas privadas que están hoy en poder del estado luego de la renacionalización de las Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión (AFJP).

En el artículo 226 de la norma "Dispóngase la transferencia de los activos del Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS) creado por el Decreto 867/07 al Tesoro Nacional. Facúltase el PODER EJECUTIVO NACIONAL a adoptar todas las medidas necesarias para la instrumentación de lo previsto en el presente artículo". Como en artículos anteriores (y el ya megafamoso DNU) figura, además, la posibilidad de otorgarle al estado la posibilidad de vender bienes, títulos y "cualquier otro bien financiero y físico" en poder del sector público, luego de la transferencia de los activos del FGS al Tesoro Nacional, el Ministerio de Economía podrá disponer (si se aprueba el proyecto en el Congreso) de la venta de los bienes que integran el FGS.

Esto es, títulos públicos en toda su gama y, fundamentalmente, las acciones renacionalizadas en poder de las AFJP en el proceso completado en octubre de 2008, cuando Amado Boudou era titular de Anses (donde se depositaron esas acciones); Sergio Massa, jefe de Gabinete; y, para la anécdota, Carlos Rodríguez, Ministro de Economía. Era la presidencia de Cristina Fernández de Kirchher. Néstor Kirchner fiscalizaba la gestión y Boudou se encaminó por esta acción a un estrellato que lo llevaría a la vicepresidencia de la Nación.

Esas acciones de empresas privadas estaban originalmente bajo la nominalidad de las administradoras de pensión, y al ser nacionalizado todo el sistema pasaron a la órbita del Estado nacional. Se decidió que fuera el FGS, nacido un año antes en 2007, el que pasará a administrar esas acciones, lo que le abrió además al Ejecutivo sillones de presencia en los directorios de todas las empresas que habían confiado en abrir sus paquetes accionarios a las AFJP a cambio de fondos de los futuros jubilados. La renacionalización de la jubilación hizo estallar el sistema y todo lo administrado por privados, pasó a manos del sector público. Incluso esas acciones. 

Ahora, Javier Milei quiere cumplir una promesa de campaña (entre tantas otras), pero que también estaba en la mira de muchos economistas de Juntos por el Cambio. De hecho, la idea figuraba en la propuesta que Carlos Melconian iba a implementar si Patricia Bullrich era elegida presidenta y el detentaba el sillón de ministro de Economía.

Ahora la intención es doble. La primera, ideológica: hacer que acciones nacionalizadas y en poder del Estado (y donde el kirchnerismo hizo un culto de presencia en directorios ajenos) pasen a privados. La segunda, conseguir dólares con la venta de esas acciones. La idea es un programa de recompra de esas acciones por parte de los privados, privilegiando primero a los propios dueños de las empresas, quienes tendrían ventajas comparativas y competitivas para "recuperar" sus compañías.

Según la idea en ciernes, los privados podrían durante un tiempo buscar financiamiento internacional o proponer algún tipo de "plan de pagos", pero siempre respetando la consigna que lo que debe ingresar al estado son dólares. Luego, si los privados propietarios no consiguen la recompra, podrían presentar socios (por ejemplo bancos o fondos de inversión) para, en una tercera etapa, abrirse al capital para vender en el mercado las acciones. 

Desde el Gobierno de Javier Milei aseguran que no hay intención de desprenderse masivamente de las acciones de las 46 empresas que administra la Anses dentro del FGS. Sin embargo, están dispuestos a negociar con algunos de los propietarios mayoritarios de estas empresas algún tipo de mecanismo de recompra de esas acciones. Sabe Milei (así se lo dijeron en la campaña varios interesados) que estarían dispuestos a una recaptura de las acciones a muy buen precio. El argumento para esta reconquista es el siguiente: "Nosotros nunca quisimos que el Estado sea nuestro socio. Abrimos el capital a administradoras privadas porque era el financiamiento más conveniente en su momento y porque eran parte del sistema financiero. Nos encontramos luego con representantes del Estado en nuestras asambleas, lo que nunca fue productivo. Ahora queremos recuperar esas acciones, pagando un buen precio por ellas", según le contó a este medio un alto representante de una de las compañías interesadas en recomprar esas acciones.

No será un trámite fácil. Expertos opinan que aun con el megaproyecto de ley aprobado, cosa difícil de conseguir en las actuales circunstancias (donde se descarta un kirchnerismo rabioso en contra de la iniciativa), la decisión de vender las acciones individualmente o por paquete, debería ser de manera abierta al mejor postor, para que se garantice la Anses el mejor ingreso posible. Además, el organismo debería garantizar un mecanismo de transparencia para que la operación no termine con presentaciones judiciales por limitaciones en la participación de potenciales interesados. Se menciona, además, que lo habitual es que se reciban las ofertas en bloque y que la operación la realice un banco de inversión especialmente contratado para la ocasión, que a su vez garantice que manejará la venta con absoluta independencia de influencia del Estado. Otra alternativa sería un criterio similar al que durante el kirchnerismo se realizó para colocar el pago a la petrolera española Repsol, a la que se le venden todas las acciones a un precio de mercado y luego el banco se ocupa de colocar los papeles.

Cualquiera de estos mecanismos tendría el riesgo, para los accionistas principales de las compañías, de no poder recomprar y recibir un socio no querido (aún menos que el Estado en tiempos kirchneristas). La idea de estas compañías es idear un mecanismo legal y transparente para que sean ellas mismas las que recompren, sin intervención del mercado abierto ni la aparición de subastas de las acciones. Aseguran que en el nuevo escenario es más fácil lograr financiamiento internacional para la operación, y que se garantizará que la ANSES recibirá un dinero justo por la venta sin perjuicio para el FGS.

Entre otras empresas, integran el listado de compañías con acciones (siempre minoritarias) manejadas por el FGS Banco Macro S.A., Telecom Argentina S.A., Siderar S.A., Grupo Financiero Galicia S.A. y Molinos Río de la Plata S.A. La lista, además, incluye a Banco Francés S.A., Grupo Clarín S.A., Edenor S.A., Petrobras Argentina S.A. e IRSA Propiedades Comerciales S.A., entre otras.

Archivado en