La economía que viene: claves para bajar la ansiedad y esperar definiciones
El economista Juan Carlos de Pablo y el escritor Santiago Kovadloff aportaron su visión sobre lo que puede venir. Invitados por la UCIM, destacaron la importancia del proceso y recomendaron “calma".
Lo primero que pidió el economista Juan Carlos De Pablo fue “calma” porque “esto está funcionando”. Así comenzó su disertación en el marco del aniversario de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) en donde compartió espacio con Santiago Kovadloff. El ensayista y analista político dio su mirada sobre la ansiedad que genera lo que puede pasar una vez que asuma el presidente electo, Javier Milei.
Frente a más de 1.500 personas, el evento también estuvo organizado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CACyS) y se denominó “La Argentina que viene: apostando por un nuevo país”. En este marco, el vicepresidente de la CACyS, Guillermo Dietrich y el presidente de la UCIM, Daniel Ariosto, coincidieron en un mensaje de esperanza en un contexto que anticiparon difícil.
“Hace mucho que el país no logra una transformación y creemos que ahora se puede lograr”, apuntó Dietrich al tiempo que Ariosto instó a “ponerse a trabajar” con el fin de sacar adelante a un “país rico”. Los empresarios también expresaron el pedido generalizado de honestidad, orden y respeto por las instituciones, así como el anhelo de que comience a crecer la inversión privada y, por tanto, la economía del país.
“Calmémonos muchachos”
Con su estilo descontracturado, Juan Carlos De Pablo, no solo pidió calma, sino que dividió el discurso del presidente electo entre la campaña, la transición y la gestión. Agregó que, desde su punto de vista, Javier Milei “habla demasiado” debido a que responde sobre diversos asuntos sobre los que tendrá certezas una vez que asuma. Por este motivo, pidió no guiarse por estas declaraciones, esperar a que el gobierno comience de hecho y “jugar siempre la carta de la cordura, no de la locura”.
Es que, según su visión, nadie sabe qué puede pasar en 2024 debido a que ni siquiera se puede anticipar lo que sucederá la semana próxima y, con ironía agregó: “Estamos en Argentina, no en Suiza”. “El 10 de diciembre todo va a seguir funcionando y los empresarios van a seguir tomando decisiones para trabajar y salir adelante”, destacó De Pablo. No obstante, también instó a “hacer” y descartó que las cosas puedan mejorar si lo único que se plantea es un ajuste.
Sobre esto realizó una aclaración importante y es que el presidente electo llevará adelante un proceso, que no existen soluciones mágicas y que habrá un posible periodo de prueba y error. “Milei dice que viene a solucionar problemas”, recordó el también autor de 55 libros. En este marco, expresó que, si algo sale mal, va a probar otra cosa como hace cualquier persona cuando busca resolver algo. “Esto lo han hecho todos los presidentes de aquí y del mundo, por lo que no tiene nada de malo más allá de la ansiedad que esto pueda generar”, anticipó De Pablo.
Bajar la ansiedad
Santiago Kovadloff, por su parte, dijo que en lugar de la “Argentina que viene”, el encuentro debería haberse llamado la “Argentina que necesitamos”, algo que los argentinos tenemos claro. En este marco, destacó que lo que genera ansiedad tiene que ver con la necesidad de soluciones mágicas o inmediatas basadas en el hecho de que estamos tan agobiados que no podemos esperar. “Estamos frente a una Argentina cansada que deposita una alta expectativa en un presidente que puede ser difícil”, definió el experto.
El ensayista también explicó que la ansiedad se origina en el signo de interrogación que es el presidente electo Javier Milei, por lo que una de las maneras de aplacarla es la de no idealizarlo ni a él ni a ningún líder. Es claro que a quien ganó las elecciones se le debe exigir que cumpla su deber, pero desde la claridad de que se vienen años de esfuerzo y de que lo importante será la dirección que se tome. En este sentido, la clave está en la fortaleza para ser críticos y sostener la transformación estructural y de largo plazo que se reclamó en estas elecciones.
“Nadie esperaba este desenlace, pero es una clara muestra del pedido de un cambio cultural de una sociedad que se arroja a la innovación, extenuada por el delito”, subrayó Kovadloff y sumó que se trata de un fenómeno nuevo en el país. La decisión de votar a un hombre que nadie termina de entender es, para el escritor, un signo de hartazgo, pero no un cheque en blanco. “Él deberá ganar nuestra confianza y nosotros aprender a entender al que nos tiene que entender”, redondeó Kovadloff.
Con el objetivo principal de ser eficaz, la política no puede obviar su ética y para el ensayista es importante reconciliarla con la democracia. Con una Argentina ahogada en la inmediatez y una crisis cultural en función de la dificultad de proyectarse o construir sentidos, Kovadloff admitió es clave capitalizar el fracaso. Y cerró: “Devolver la esperanza donde solo reina el sufrimiento, es la tarea primordial de la política argentina”.