Gobierno en crisis

Segundo semestre caliente: menor actividad, inflación y presión sobre el dólar

La consultora Ecolatina difundió un duro informe sobre el impacto del cepo a las importaciones de insumos. La producción de bienes pierde contra el sector de servicios. Mas restricciones complican las exportaciones y repercute en el ingreso de dólares genuinos.

MDZ Dinero
MDZ Dinero domingo, 21 de agosto de 2022 · 14:40 hs
Segundo semestre caliente: menor actividad,  inflación y presión sobre el dólar
Foto: MAXIMILIANO RÍOS / MDZ

La falta de dólares para financiar la importación de insumos no solo sigue siendo insuficiente, sino que en algunos rubros continúa agravándose. Un informe de la consultora Ecolatina que se conoció hoy recuerda que "la capacidad de sostener el ritmo de crecimiento que arrastraba la economía desde la segunda mitad de 2021 iba a depender fundamentalmente del nivel de reservas del BCRA" y esto sustancialmente no ha cambiado desde el primer trimestre.

El pronóstico de Ecolatina se agrava pensando en el fin de año: "Las mayores trabas sobre las compras externas limitan la expansión del mercado interno vía una menor disponibilidad de insumos y bienes (en cantidad y variedad) para la producción y comercialización y presionan sobre los precios. De cara al segundo semestre, las principales consecuencias de esta medida serán un menor nivel de actividad económica, inflación más elevada y mayor presión sobre la brecha cambiaria". 

El análisis indica que este impacto no es igual para todos los sectores de la economía y por lo tanto aparecen algunos mas impactados por las restricciones que sigue aplicando el Banco Central.

"En promedio, 10% de los insumos utilizados en los procesos de producción (de consumo intermedio) orientados a abastecer el consumo local se obtienen mediante importaciones. Sin embargo, existen importantes disparidades entre sectores, donde los Bienes (12%) exponen una mayor necesidad que los Servicios (8%)", dice Ecolatina para mostrar que de continuar la dureza del cepo al dólar para importaciones un sector perderá contra el otro, agudizando tensiones. .

"Las principales ramas que requieren una mayor proporción de importaciones para su funcionamiento son la Industria (16%); Petróleo, Gas y Minería (15%) y Comercio (14%), mientras que sectores como Hoteles y Restaurantes o Servicios comunitarios, sociales y personales (“otros servicios presenciales”) muestran una proporción mínima. Respecto a la Industria, como antecedente vale remitirse a lo ocurrido en octubre 2021, cuando la restricción al pago anticipado de importaciones indujo una fuerte caída mensual del sector (-6,1% desestacionalizado, según el Índice de Producción Industrial)", dice el informe.

Existe un problema adicional que todo el sector productivo viene alertando desde que comenzó a cerrarse más el cepo: la restricción a las importaciones de insumos tiene un efecto absolutamente contraproducente para el incremento de las exportaciones que son, en concreto, la única forma de ingresar dólares genuinos a la economía. 

El informe es claro: "El incentivo a una especialización de los países en determinados eslabones como estrategia de inserción en el comercio internacional se traduce en que no sólo la producción destinada al mercado local requiere de importaciones, sino que las exportaciones también las necesitan. En consecuencia, restringir compras externas indistintamente puede -paradójicamente- desfavorecer la meta de acumulación de reservas".

Y no sorprende que los sectores más perjudicados sean los que aportan mayor valor agregado a las exportaciones: "El contenido importado en las exportaciones muestra una gran variabilidad entre sectores. Los sectores con mayor contenido importado en sus exportaciones son, nuevamente, los asociados a Equipos informáticos, electrónicos y ópticos (31%); Automotriz (28%); Otro equipo de transporte (25%) y Maquinaria y equipo (22%). Lo mismo ocurre con las ramas industriales ligadas al Caucho y plástico y a los Químicos (en torno al 20%)". 

Las conclusiones del informe son evidentes: 

  1. Lejos de ser parejo, el impacto de las recientes restricciones a las importaciones es heterogéneo entre sectores, afectando más a Bienes que a Servicios. 
  2. Dentro de estos últimos, que dependen menos del flujo de compras externas, se encuentran los sectores más rezagados en términos de actividad económica en relación con los niveles pre-pandemia (Hoteles y restaurantes y Otras actividades de servicios sociales y personales). Al verse menos afectados directamente tendrán mayores posibilidades de continuar con su recomposición.
  3. Un mejor flujo de importaciones no se traduce únicamente en dificultades para abastecer al mercado interno, sino también al externo, por lo cual los límites a importar pueden inducir límites a exportar, generando el efecto inverso al buscado originalmente. El Gobierno tomó nota de esto y comenzó a flexibilizar los flujos de importaciones de ciertos sectores “clave” en términos de generación de divisas (automotriz, insumos del agro, energía, importaciones temporarias para transformación y posterior exportación).
  4. En una perspectiva de más largo plazo, las importaciones favorecen el acceso a insumos, tecnologías y procesos más avanzados que contribuyen a menores costos, mayor eficiencia y/o una mejor calidad de producción. Así, permiten que el país mejore su competitividad exportadora, comercializando bienes y servicios con mayor valor agregado. Por otro lado, el entorno de incertidumbre generado por medidas de esta naturaleza impacta de forma indirecta en otras variables -como las inversiones- que profundizan el deterioro del sector productivo y alejan a Argentina de la senda del desarrollo." 
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