Por la falta de dólares, industrias analizan suspensiones de personal

Como un efecto dominó, los problemas para las industrias se van sucediendo uno tras otro. La decisión del Gobierno nacional de endurecer el cepo a las importaciones se sumó a una serie inconvenientes para operar que venían teniendo. La consecuencia directa en la parálisis de la actividad por la falta de insumos provocó que las empresas redujeran el stock a la mínima expresión.

El otro efecto es la inexistencia de precios ante un tipo de cambio descontrolado, lo que imposibilita la comercialización. La prolongación de la incertidumbre ante la falta de definición oficial ya enciende la luz de alarma en muchas compañías por el impacto que tendrá en materia laboral.

Hay sectores muy dependientes de la importación de insumos que están en situación crítica y, si no se soluciona inmediatamente el problema, ya preparan un cronograma de suspensiones debido a que deberán parar la producción en las plantas.

En Tierra del Fuego, donde hay un polo de industrias electrónicas, la situación es complicada. Si bien los productos se ensamblan en esa provincia, la mayoría de las piezas, llegan del exterior. Esto afecta a empresas de celulares, televisores y autopartistas.

“Estamos muy complicados por las trabas para importar. Vemos un escenario difícil que, si no tiene una solución, obligará a frenar la producción y licenciar al personal”, dijo el CEO de una fábrica del lugar.

El panorama es diferente según el tamaño de las compañías. “Las multinacionales, que tienen mil o dos mil empleados, están analizando la suspensión de trabajadores hasta que se restituya el flujo de importaciones y que el personal vuelva al trabajo.  Pueden suspender a todo el personal porque tiene espalda para pagar ese costo. En el caso de las pymes, la situación es diferente. No pueden suspender con tanta facilidad, pero hay muchas que están definiendo diferentes escenarios de achicamiento de estructuras para dentro de dos o tres meses. Evaluando los tiempos a partir de cuándo tomar la decisión y los costos de esa reducción de personal”, explicó un especialista en comercio exterior.

Este es un tema importante ya que en las empresas empiezan a vislumbrar que la crisis va a tomar un tiempo y deberán ejecutar una reducción sus estructuras actuales para un mercado menor.

El rubro automotor es uno de los más complicados debido a que ya venían con serios problemas por la escasez de piezas. Ante el cierre mayor de flujo de divisas, por parte del Banco Central, la situación de los proveedores llegó a un punto límite.

En algunas terminales están sacando de la línea de producción vehículos sin terminar por falta de algún insumo. Esto no puede sostenerse en el tiempo porque genera que se llenen los depósitos de 0km que no pueden ser despachados a la red. Además, del perjuicio económico que genera esas unidades inmovilizadas.

“La situación es muy delicada porque el abastecimiento está al límite. En cualquier momento, alguna automotriz va a tener que parar”, explicó a MDZ un empresario del sector.

Incluso, una terminal está tratando de sostener funcionando todo lo que pueda el segundo turno de producción porque sólo tiene suministro para uno.

Aunque el origen del problema no era, directamente, el cierre importador, Nissan y Renault tuvieron que parar la producción de pickups, hace dos semanas, por falta de neumáticos. Otras terminales también están muy complicadas por este problema y pueden enfrentarse a la necesidad de tomar una decisión similar en los próximos días.

En el caso de los autopartistas, la imposibilidad de acceder a divisas hace que no puedan pagar a sus proveedores en el exterior.

El Central había acordado, hace tres semanas, con las automotrices un sistema para que financien sus propias importaciones, pero todavía no está del todo implementado y, algunas empresas, están reacias a hacerlo porque, operativamente, no es sencillo.

La situación de una crisis laboral por falta de insumos se repite en otros sectores como el plástico, químico, papelera, limpieza, entre otros.