El bitcoin rompió la barrera de los US$ 16.000: ¿oportunidad de compra?

Por Darian Yané *

Los mercados financieros continúan cargados de volatilidad e incertidumbre, y los vinculados a las criptomonedas no son la excepción.

El bitcoin, el activo descentralizado más importante del mundo, sigue cayendo jornada tras jornada, mes tras mes, y ya penetró a la baja la barrera de los US$ 16.000, llegando a niveles no vistos en más de dos años.

Ante este comportamiento negativo, muchos inversores y operadores están preocupados y perdiendo dinero, pero aún así se preguntan si no se tratará de una oportunidad de inversión única.

Subas y bajas

En diciembre de 2018, el bitcoin arrancó una fuerte tendencia alcista de mediano plazo que generó millones de alegrías, ya que la criptomoneda se revalorizó un 2.109% hasta el máximo histórico de noviembre de 2021, cuando llegó a los US$ 69.000, aproximadamente.

Pero el ritmo de aumento no fue parejo. La explosión positiva arrancó a mediados de 2020, cuando el ecosistema de las finanzas descentralizadas se expandió y masificó, en parte gracias a la pandemia, haciendo que bitcoin creciera un 565% en poco más de un año.

Desafortunadamente, toda esta euforia se esfumó tan rápido como llegó. Desde el pico del 2021 hasta la actualidad, la cotización de bitcoin se desplomó un 77% en dólares, sin contar los efectos de la inflación.

De esta manera, hasta el momento, se consagra como la tercera tendencia bajista más fuerte de la última década, ya que en 2018 cayó un 84% y en 2014, casi un 87%.

Un escenario incierto

Los precios de bitcoin y el resto de criptomonedas estuvieron cayendo fuertemente en los últimos tiempos por diversos motivos, pero se destacan el escenario macroeconómico y lo sucedido recientemente con algunos brókers del sector.

En primer lugar, por la fuerte emisión monetaria de los bancos centrales desde el 2020, la inflación se disparó y salió de control, hasta rozar máximos históricos y valores no vistos en varias décadas.

Como consecuencia, las propias entidades monetarias decidieron comenzar a elevar las tasas de interés para absorber el exceso de liquidez, lo que repercute negativamente en los activos de riesgo como las criptomonedas y las empresas tecnológicas.

Y por si esto fuera poco, hace pocas semanas sucedió el escándalo de FTX, en el que el exchange sufrió de problemas de liquidez y terminó quebrando, arruinando la reputación de muchas empresas e inversores del campo descentralizado.

Todo este conjunto de malas noticias causó volatilidad y pánico entre los participantes, quienes están desprendiéndose de sus tenencias de criptomonedas para migrar hacia activos más conservadores.

¿Oportunidad de compra?

Sin embargo, lo que está sucediendo con el bitcoin es un caso particular, ya que parece que el activo está perdiendo volatilidad y consolidándose, avanzando en el camino de convertirse en el “nuevo oro digital”.

Conocer el futuro con exactitud es imposible, pero sí puede predecirse aproximadamente en base a los movimientos históricos.

Usualmente, cuando un activo crece violentamente, casi de forma exponencial por la altísima demanda, luego sus precios se “normalizan” en una cierta zona y los comportamientos explosivos son cada vez menos considerables y frecuentes.

En el caso del bitcoin, su primer gran impulso alcista fue desde el 2010 hasta el 2011 y alcanzó el 99.300%. Luego el precio se corrigió un 93%, pero posteriormente rebotó desde el 2011 hasta el 2013 un 61.000%.

En este caso, el siguiente retroceso fue del 87% hasta que la nueva tendencia alcista apareció y en 2017 terminó con un aumento del 12.125%. Acto seguido, se inició un ciclo bajista del 84% finalizado en 2018 en el cual existió la última revalorización del 2.109%.

Como se puede apreciar, cada ciclo positivo tuvo una menor intensidad que el anterior, a pesar de la mayor demanda y la adopción masiva a lo largo de todo el planeta.

Si bitcoin efectivamente continúa en esta fase de consolidación y los inversores validan su nuevo estado de baja volatilidad y retornos contenidos, entonces podría ser el nuevo refugio de valor.

A diferencia de lo que sucede con otras monedas convencionales como el dólar o el euro, el bitcoin no puede ser “emitido” constantemente, ya que por su código de origen solo permite una circulación de 21 millones de unidades, no más.

Al tener la oferta limitada, las presiones inflacionarias se eliminan, por lo que, si la demanda crece, su precio debe subir irremediablemente por su escasez.

Por esto, bitcoin podría resistir en un futuro a la volatilidad cuando los mercados estén repletos de miedo e incertidumbre, como suele suceder en las grandes crisis.

Además, al ser un activo descentralizado, que no depende de ningún Estado y entidad monetaria, los conflictos políticos y sus consecuencias no podrán afectarlo, lo que reforzaría su cualidad de refugio de valor.

Su potencial de crecimiento y las recientes bajas aumentan el atractivo de bitcoin, siempre de cara al largo plazo y tratando de evitar los vaivenes diarios ocasionados por las emociones de los inversores.

* Darian Yané es economista y magíster en Administración de Negocios y editor en Inversor Global de CryptoDividendos, CryptoInsider y CryptoWar Room.