Opinión

La sequía: otra vez trae un mal presente y un futuro incierto

Ya todos saben lo que es una sequía en nuestro país. Muchos las hemos vivido de manera distinta, pero sí muy informados de los impactos que estos efectos agro climatológicos causan, no solo en los distintos segmentos de la agroindustria, sino en la sociedad en general.

Leonardo Sarquís martes, 15 de noviembre de 2022 · 08:32 hs
La sequía: otra vez trae un mal presente y un futuro incierto
La Bolsa de Cereales de Rosario estimó una reducción en la cosecha de unas 11 millones de toneladas de trigo.

Seca, sequía, se la puede llamar como quiera, lo cierto es que es un gran problema que trae enormes pérdidas a la
producción
, y consecuentemente a la economía en general, esto es, a los municipios, a las provincias, y por supuesto a la nación.

La última gran “sequía” que hubo en nuestro país no fue hace mucho, en 2018, y trajo como consecuencia pérdidas por más de US$8.000 millones que todos recordamos el impacto que trajo a nuestra economía…Hoy estamos ante un presente complejo donde se puede hablar de valores, pérdidas económicas, pérdidas de rindes en hectáreas, respecto a esta sequía prolongada.

Según datos oficiales de la mesa nacional de monitoreo de sequía hay 140 millones de hectáreas de superficies en sequía en el país, y hay dentro de ellas más de 7,5 millones de has en producción, severamente afectadas en Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.

En la zona núcleo las precipitaciones entre 2020 y 2022 son menores a las que ocurrieron entre 2007 y 2009, donde hubo una de las sequías más intensas que afectaron a la región. Hay lugares como norte de Buenos aires y sur de Santa Fe donde hay condiciones de sequía extrema en todo tipo de cultivos; y la ganadería también está siendo afectada. ,

También hubo heladas tardías que afectaron más aún al trigo y la cebada en la provincia de Buenos aires, donde se estiman que las pérdidas económicas rondan los US$2.500 millones, la estimación de obtención de toneladas en el trigo sería no más de 13 millones de toneladas, se calcula que se sembrará un 20/22% menos del maíz que la campaña pasada también.

Así, podemos seguir tirando datos precisos y algunos estimados mostrando que evidentemente todos estos magros resultados generales que habrá de las distintas cosechas fina y gruesa en la Argentina afectarán de manera importante a la economía macro del país. La Bolsa de Comercio de Rosario estima una reducción de cosecha de trigo de unas 11 millones de toneladas.

La anterior sequía fue en 2018, y trajo pérdidas por más de US$8.000 millones

¿Habrá dólares suficientes? Seguro que no; ¿podrá el Gobierno tomar medidas que ayuden a la producción para palear en algo estos problemas? Probablemente, no y menos que sean suficientes. ¿Entrarán menos divisas al país en estos próximos seis meses?

Sin dudas, se calcula que finalmente no ingresarán a la Argentina como mínimo USS5.000/6.000 millones, producto de todo lo explicado anteriormente. Ahora bien, esto no es la primera vez que pasa. En la sequía de 2018 por ejemplo, el precio de los commodities era muy inferior a los que hubo y hay en este año 2022, muy inferiores.

Este año hubo precios inmejorables para las ventas a futuro, y asimismo el Gobierno sacó este “dólar soja” – medida absolutamente oportunista - hace un mes con buenos resultados en la obtención de dólares por los derechos de exportación.

Así y todo, en un país con los altos índices de inflación, donde cada vez la presión impositiva agobia más a la sociedad y la producción en particular, donde no hay inversiones genuinas reales, ni generación de empleo directo o indirecto, nada alcanza. El agro o la agroindustria es y será el motor de las economías de cada pueblo, localidad, municipio, provincia y obviamente país.

La Argentina es competitiva en lo que mejor hace que es la producción de alimentos. Allí es donde se deben focalizar esfuerzos, financiamientos buenos y reales, accesos al crédito, reformas impositivas, focalización en acciones hacia al bioeconomía, la biotecnología, donde los modelos sustentables y sostenibles de producción prevalezcan, el cuidado de los recursos, el medio ambiente, el control de los gases invernaderos, y la captura de huella de carbono, como así también la priorización en la innovación y el apoyo a emprendedores de la agroindustria y empresas Agtechs, hacia allí va el mundo.

Esto se puede hacer planificando acciones en serio. Las sequías no se pueden evitar - aunque se pueden hacer cosas para que sean menos impactantes (¿existen en el país líneas de créditos accesibles para equipos de riesgo como en otras partes del mundo?) -, y tampoco los precios de los granos va a estar siempre altos. ¿Entonces…qué se debe hacer?

Lo primero es pensar en serio qué Argentina queremos, y qué agroindustria queremos para que este país pueda crecer con fuerza apoyándose en ella. ¿Pasa eso? En el discurso de este Gobierno sí, pero en la realidad siempre eligieron al “campo” como un casi enemigo. El tango se baila de a dos…

El Ingeniero Leonardo Sarquis fue ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires (2015-2019).

Si se piensa que el agro es necesario, entonces hay que actuar con este motor de la economía como tal. No solo buscar acercarse cuando se necesita su dinero…Ojalá que el impacto de esta sequía prolongada no sea tan fuerte como los números que mostré.

De todos modos, muchas veces el Gobierno “seca” los ánimos, los bolsillos, de los productores en lugar de motivarlos a crecer y producir cada vez mejor. A poco de entrar en un nuevo año eleccionario estas cosas hay que pensarlas. Veremos como termina este año 2022 y como comienza el 2023…

* Ing. Leonardo J. Sarquís
Director General de CONFIagro
Ministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires (2015-2019)

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