Alerta por la caída de las ventas en un sector que venía creciendo

Las ventas de motos venían siendo noticia, en los últimos tiempos, por su buena performance. El dato más llamativo se registró en 2021 cuando, por primera vez, los patentamientos de estos vehículos (393.059 unidades) habían superado a los de autos (381.777). Una señal de un cambio en los hábitos de consumo y, en cierta forma, un reflejo de la crisis económica.

Que las motos superen en ventas a los autos es una característica de economías que no crecen y en la que la población pierde poder adquisitivo. Las dificultades para comprar coches hacen que la gente, para movilizarse, demande motos, una forma de transporte más económica.

Sin embargo, desde hace cuatro meses, la tendencia está cambiando y eso genera alarma en algunas de las terminales que ensamblan motos en el país. En mayo se había alcanzado el pico de ventas del año, con 39,270 unidades, mientras que en septiembre se patentaron 31.797 unidades.

Los registros de patentamientos de autos, desde junio a septiembre, volvieron a superar a los de motos. Eso se produce no porque se estén vendiendo más autos sino porque los patentamiento de motos son menores.

Durante el primer semestre del año, el mercado acumulado anual de motos estaba por arriba del de autos, como sucedió en 2021. Con los datos de septiembre, se revertió esa tendencia y los autos volvieron a estar a la cabeza (321.511 vs 320.226).

La gran duda que hay en el sector es si esto es una señal de menor consumo o si es producto de la falta de unidades por las trabas para importar.

El mercado de las motos es muy particular. Sólo un 2% de las ventas, aproximadamente, son de unidades importadas y apuntan a la alta gama. El resto -casi la totalidad de la oferta- se ensambla en el país con kits que vienen importados a los que se le agrega una mínima parte de componente nacional.

La baja de los patentamientos coincide con el momento en el que el Gobierno nacional aumentó las restricciones para importar. Eso pudo haber provocado que las operaciones cayeran, pero por falta de productos. Así lo analizaron en la asociación que agrupa a las concesionarias en su último comunicado.

El presidente de la División Motovehículos de ACARA, Horacio Jack señaló que “en septiembre la problemática de las importaciones, tanto en unidades como en partes, ha tenido su impacto, ya que tuvo un nivel importante de restricciones. De todas formas, el acumulado anual viene dando por encima de 16% de crecimiento y creemos que el comportamiento del mercado seguirá hacia arriba”.

En diálogo con MDZ, el directivo reafirmó que la baja de los patentamientos de los últimos meses se debió a la falta de oferta por el cepo importador. En tanto desde una de las principales empresas que ensamblan motos en la Argentina creen que el factor más importante es una baja de consumo.

“Es cierto que hay problemas para importar, pero los faltantes de unidades no sería el motivo de la baja de los patentamientos. Se percibe, desde hace unos meses, una menor demanda. La suba de los precios y la pérdida del poder adquisitivo de la población, que debe enfrentar mayores gastos va sintiéndose en el consumo. Esta retracción coincide con los meses en los que se aceleró la inflación. El segmento masivo de las motos, por el perfil socioeconómico de los consumidores, es muy sensible al empeoramiento de la crisis económica”, señalaron a MDZ desde esa empresa.

Desde otra compañía, mostraron una posición intermedia. “La respuesta depende del eslabón que se mire. Los concesionarios, la venta mayorista, todavía traccionan demanda a las terminales y hay un problema de falta de unidades por lo problemas para importar. En el segmento de venta al público quizás se empiece a notar algo distinto. Es posible que la brecha cambiaria, más el acomodamiento de precios que se espera por la nueva normativa de pagos al exterior, sumado a que nadie quiere quedarse en pesos, están haciendo adelantar la decisión de compra. No se sabe hasta cuándo puede durar”, aclararon.

La preocupación del sector, frente a lo que podría ser un freno en la demanda, es cierta y se produce en un momento clave ya que los próximos meses, por cuestiones de estacionalidad, son de mayor consumo.