Asamblea del FMI y el Banco Mundial

Sergio Massa en Washington: cómo cerrar la última negociación del año

El ministro de Economía participará de la Asamblea de Otoño del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Intentará cerrar las metas y objetivos para todo el 2022. Y pensar ya en la implementación del programa y las metas de 2023.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 12 de octubre de 2022 · 16:00 hs
Sergio Massa en Washington: cómo cerrar la última negociación del año
Sergio Massa buscará aprovechar la buena sintonía que Kristalina Georgieva para cerrar el acuerdo por las metas. Foto: Ministerio de Economía

El ministro de Economía, Sergio Massa, iniciará en horas la que probablemente sea su negociación más importante para cerrar el año. Incluso por encima, en importancia, de la discusión parlamentaria por la aprobación (o no) del proyecto de Presupuesto 2023. 

El ministro de Economía comenzará en Washington una nueva y fundamental etapa de cruces técnicos y políticos con los hombres y mujeres responsables del caso argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), para terminar de ponerse de acuerdo con los fiscalizadores del organismo sobre las metas y objetivos que Argentina tiene que cumplir. Así, en el primer trimestre del próximo año se aprobaría la gestión 2022 del acuerdo de Facilidades Extendidas.

Sobre la base de la aprobación del caso argentino por parte del Board del FMI el 7 de octubre pasado, donde se planteó una especie de "siga siga" financiero, Massa firmará todos los papeles para cerrar la marcha del acuerdo en los primeros nueve meses del año.

Pero sabe el ministro que para el período octubre- diciembre deberá mejorar las cosas. O al menos, mostrarle al Fondo muy buena voluntad de llevar adelante reformas profundas reclamadas desde Washington en la aprobación del caso argentino el viernes pasado.

Desde el equipo massista ya se sabe que capítulos como los múltiples tipos de cambio, la falta de información precisa sobre la emisión monetaria, los retrasos en la aplicación de la "segmentación" de tarifas, la falta de concreciones en el avance del revalúo inmobiliario y los informes poco claros que le llegaron al FMI desde la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS); ameritarán un esfuerzo grande por parte del Palacio de Hacienda para que en los últimos tres meses del año se noten esfuerzos de cumplimiento.

La gente de Massa afirma que todo se aclarará y que el Fondo comprenderá los esfuerzos del ministerio de Economía por mantener vivo el Facilidades Extendidas, aunque con dificultades en capítulos clave. La especulación final es que para el organismo una caída del acuerdo sería un papelón tan grande como el que se le endilgaría a los funcionarios argentinos, y que más allá de mencionar las faltas y fallas en los documentos, las aprobaciones trimestrales seguirán viniendo.

El equipo de Massa estará llegando a la sede del FMI de Washington en las próximas horas, y probablemente comenzarán este jueves los encuentros fiscalizadores. Se especula en el ministerio que los encuentros serán rápidos y con voluntad acuerdista. En definitiva, el viaje coincide con la organización de la Asamblea Anual conjunta del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que entre el lunes y el sábado se desarrollará en la capital norteamericana.

Y Massa llega como representante del país que más dinero le debe al FMI. Sin embargo, la cantidad de invitados y asuntos que atender con los casos de todo el mundo, provocarían que el tiempo que Kristalina Giorgieva y el resto de los funcionarios del organismo sea escueto. Y directo.

Mientras tanto, y tal como adelantó MDZ, Massa intentará convencer a Luis Cubeddu (como responsable del caso argentino), que la recolección de datos, elementos y porcentajes para determinar si el país aprueba o no los exámenes trimestrales continúe ejecutándose de manera virtual.

Esto es, a través de pantallas de computadoras con funcionarios argentinos presentes desde Buenos Aires y técnicos del organismo controlando vía zoom desde sus despachos de Washington. Sólo cuando avance la misión y en el momento de cerrar las negociaciones habría contacto cara a cara; pero este no se concretaría en la Argentina sino en Washington, aprovechando las Asambleas conjuntas del FMI y el Banco Mundial de primavera (abril) y otoño (octubre).

Son momentos en los que, por tradición, los ministros de Economía y presidentes de los Bancos Centrales concurren como participantes. Y en el caso que no haya estos eventos en agenda para cerrar las revisiones de las misiones trimestrales, sería el ministro y su equipo el que se trasladaría a la capital de los Estados Unidos para cerrar las metas y objetivos, siempre en la sede del organismo en Washington.

Suponen desde el Palacio de Hacienda que la gente del Fondo no podría mayores trabas a la inquietud, dado que en las tres primeras revisiones del Facilidades Extendidas se utilizó este mecanismo exitosamente. La primera con Martín Guzmán de ministro (quién inventó este tipo de fiscalizaciones virtuales bajo el amparo de la pandemia y como mecanismo para ocultarle a los fiscalizadores del Fondo la crisis política interna. Luego fue Massa el que en septiembre y octubre concretó las reuniones vía zoom para luego cerrar las metas (waivers incluidos) en Washington.

El objetivo de este tipo de instrumentación de las misiones trimestrales es bastante obvio. La idea de sostener el esquema planteado para estas dos misiones tiene una intencionalidad política detrás. Saben en Buenos Aires que las reuniones virtuales con finales de negociación en Washington, no en Argentina, evitan una imagen de la que el Gobierno quiere escapar: la de funcionarios del FMI circulando por oficinas públicas de todo tamaño e importancia, mostrándose fiscalizadores y tomadores de exámenes de los diferentes hombres y mujeres con responsabilidades económicas, monetarias y financieras importantes.

El problema no serían las fotos con los funcionarios citados. Las dificultades insalvables aparecerían cuando el FMI y su gente deba ingresar en edificios donde por cuestiones más ideológicas que técnicas, no son bienvenidos, y deban pasar malos momentos. Los que luego puedan traducirse en castigos escritos en los textos de presentación de los resultados de los exámenes trimestrales.

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