Cómo empezar el año con las finanzas personales en orden

Organizar las finanzas personales requiere de tiempo, esfuerzo y dedicación, pero si armamos una rutina y tratamos de seguirla al pie de la letra, podremos lograr este objetivo.

Hacer un balance del año anterior y compararlo con otros años

Hacer anotaciones, tener una planilla y seguir de manera meticulosa todos los pasos para tener éxito en tus finanzas personales no tiene ningún sentido si no se compara con otros años y se hace un balance.

En países con alta inflación como Argentina, lo mejor es pasar todas las cuentas a una moneda confiable y relativamente estable como el dólar. Luego hay que anotar los ingresos del año, cuánto dinero gastamos de forma fija y cuánto de manera variable, etc.

A los resultados obtenidos los compararemos con años anteriores y así podremos identificar si vamos por el camino correcto.

Establecer metas y objetivos

Es muy importante establecer metas y objetivos de diferentes horizontes temporales. Mientras que en el corto plazo podremos centrarnos en determinar cuánto ahorrar mes tras mes, en el largo plazo podremos enfocarnos en obtener una renta periódica proveniente de nuestras inversiones, por ejemplo.

Recortar gastos innecesarios

Los gastos innecesarios pueden ser, en muchos casos, la ruina de nuestras finanzas personales. Los peores suelen ser los famosos “gastos hormiga”: el café de la maquina en el trabajo o universidad, los tragos de cada fin de semana en un bar local o las entradas al cine para todos los estrenos de cada semana pueden ser gastos pequeños, pero, al finalizar el año, terminan siendo un egreso de dinero bastante grande.

Lo mejor es aprender a separar los necesarios de los innecesarios, los importantes de los prescindibles y así alcanzar el equilibrio entre consumo y ahorro.

Establecer un sistema de ahorro o inversión

La mejor decisión es armar un plan de ahorros o inversión: ¿vamos por un plazo fijo? ¿Preferimos la estabilidad de atesorar una moneda estable como el dólar? ¿Nos inclinamos por las acciones? Estas son algunas de las preguntas que debemos hacernos.

Lo ideal es hacer un análisis de riesgo personal y, en base a eso, armar un sistema que se adapte a nosotros y a nuestras necesidades.