Finanzas

Optimismo: cómo convertirlo en tu mejor inversión

En una época en la que Internet democratizó la información, la ventaja está en actuar con convicción.

Inversor Global
Inversor Global viernes, 2 de julio de 2021 · 07:13 hs
Optimismo: cómo convertirlo en tu mejor inversión

Por Alex Green

Desde siempre, los inversores han buscado “sacar ventaja” de la información para impulsar sus rendimientos. Por ejemplo, el legendario inversor Nathan Rothschild hizo una famosa jugada en la que “dejó en vergüenza” a los mercados en 1815, cuando recibió la noticia antes que nadie en Londres de que Napoleón había sido derrotado en Waterloo.

Por supuesto, ese tipo de cosas son imposibles hoy. En lo que respecta a la información, Internet es el gran democratizador. Tan pronto como sucede algo importante, todos nos enteramos casi al instante. Podríamos suponer que esto nivelaría el campo de juego para que todos obtuvieran grandes rendimientos, pero, por desgracia, ese no es el caso.

La realidad es que una pequeña minoría disfruta de casi todas las grandes ganancias. ¿Por qué? Porque de nada sirve un buen consejo para personas que no lo entienden, no creen en él o no tienen el coraje de actuar en consecuencia.

El escenario del mercado actual ofrece un ejemplo casi perfecto

Hace unos meses, las acciones comenzaron a aumentar en respuesta a la noticia de que la vacuna contra el coronavirus creada por Pfizer (PFE) y BioNTech (BNTX), una de las 63 en desarrollo, había demostrado una eficacia del 95% en los ensayos de fase 3. Lo mismo con la vacuna de Moderna (MRNA).

Fue una gran noticia. Pero, ¿quién lo hubiera esperado? Después de 35 años de carrera como analista de inversiones, todavía me sorprende cuánta gente sigue cayendo en el pesimismo implacable de los principales medios de comunicación.

Vivimos en un mundo donde la gente compite por trabajos, ascensos, compañeros y, también, retornos de las inversiones. Si la mayoría de la gente quiere creer que vivimos en un mundo horrible, en un momento terrible y que “el mundo está cayendo en el camino equivocado”, como les han estado diciendo a los encuestadores durante tres décadas, se torna realmente muy sencillo para el resto de nosotros aprovechar las oportunidades… y las ganancias.

Nuestra ventaja es la convicción de que los seres humanos, la tecnología y los mercados de capitales operan como una máquina integral de resolución de problemas. Por eso, si bien los problemas, los traspiés e incluso las crisis son inevitables, las cosas tienen una fuerte tendencia a mejorar, no a empeorar.

Todos los grandes inversores a lo largo de la historia (Warren Buffett, Peter Lynch, John Templeton y otros) tenían optimismo sobre el futuro que del jamás se despegaban. Compara ese optimismo con la mentalidad del típico “apostador” de la bolsa: nervioso, inseguro y temeroso del futuro.

Si bien somos optimistas racionales, seguimos cubriendo nuestras apuestas, por supuesto. Asignamos capital a activos fuera del mercado de valores, diversificamos dentro de él y ejecutamos trailing stops detrás de la mayoría de nuestras posiciones de acciones individuales. Eso nos da un potencial alcista ilimitado con un riesgo bajista estrictamente limitado.

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