Así es la técnica del ahorro programado para no caer en la tentación de gastar mucho dinero
El objetivo es separar el dinero acumulado para que no se consuma en el corto plazo.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Uno de los pilares fundamentales para crecer financieramente es el ahorro de dinero. Desafortunadamente, aunque parece sencillo guardar cierto porcentaje de nuestros ingresos por mes, para muchas personas no lo es.
De todas formas, hoy en día, existen numerosas técnicas, como la del salario estable o el Kakebo, que servirán para crear un hábito de ahorro. Una de las más conocidas es la denominada “técnica del ahorro programado”.
La técnica del ahorro programado
Si bien no se conoce quién fue la mente detrás de esta metodología de ahorro, desde que la tecnología comenzó a desarrollarse y las plataformas financieras se modernizaron, muchas personas comenzaron a aplicar esta técnica del ahorro programado para proteger sus finanzas personales y lograr acumular una cierta cantidad de dinero de forma consistente.
Como su nombre lo indica, este método consiste en programar cuánto dinero se ahorrará mes tras mes, independientemente de los gastos fijos y variables. Existen dos formas de aplicarlo correctamente.
Mientras que la primera se basa en un monto fijo de dinero (ideal para quienes trabajan bajo dependencia), la segunda contempla un porcentaje de los ingresos totales (recomendada para los profesionales independientes).
Cómo aplicar la técnica del ahorro programado
Hoy en día, es muy sencillo ejecutar una estrategia de ahorro programado, ya que no hay que tomarse el tiempo de realizar operaciones manualmente. Solo basta con tener dos cuentas bancarias y programar una transferencia automática.
La primera cuenta será la principal, la que usaremos cotidianamente. En ella se depositarán nuestros ingresos frecuentes y saldrán los montos necesarios para pagar los bienes y servicios del día a día.
Por otra parte, la segunda cuenta, la cual debe tener bajos costos de mantenimiento, será utilizada para acumular los ahorros que transferiremos automáticamente. La idea central es que solo sirva para guardar dinero, no para utilizar de manera periódica.
De esta forma, cualquier ahorrista podrá crear o incrementar su capacidad de ahorro sin tener que preocuparse por caer en la tentación de consumir de más, lo que beneficiará a su crecimiento económico futuro.