La revolución de las joyas llega de la mano del consumo responsable. Sin duda, es lo más valioso. Junto al diseño vanguardista que proponen marcas como La Manso los accesorios de plástico hacen furor.

Prueba de esto es que las celebrities los imponen luciéndolos tanto arriba del escenario como en la vida diaria, eventos, producciones e fotos y alfombras rojas.

Es fácil ver a Miley Cyrus o Dua Lipa con varias joyas a la vez, ya que se usan todas juntas, uniendo estilos, texturas y colores para crear un look super atrevido. El concepto de fabricar joyas con el plástico reciclado consiste en dar nueva vida a este material que de no ser reutilizado termina en rellenos sanitarios.

Sustentabilidad, pop y color

La popular red TikTok resultó un trampolín para disparar esta tendencia. Pero curiosamente, estas joyas funcionan tan bien por tocar la fibra de la nostalgia.

En la infancia todos jugamos con coloridos anillos de plástico e incluso hubo una marca de golosinas que lanzó un chupetín en forma de chupete-anillo ¿recuerdan?

Colores vibrantes y oleada nostálgica calan hondo en la memoria emotiva de las generaciones que vivieron los 90's, mientras que la generación Z adoptó la tendencia con fascinación gracias a las redes sociales. 

El diseño kitsch que proponen las piezas de joyería de plástico junto con la vuelta al pasado combinan realmente a la perfección. El resultado es un boom imparable.

Pandemia y tendencia

En parte gracias al confinamiento, las tendencias a partir de 2020 estuvieron teñidas de factores emocionales. Las personas no sólo buscaban comodidad a la hora de elegir cómo lucir sino también subir el ánimo.

Una suerte de poder recordar con optimismo como era el mundo antes del virus y apostando por los colores vibrantes y alegres. En este sentido, los expertos perciben un cambio.

“Lo que la gente realmente quiere ahora es apostar por la nostalgia más placentera. Durante el confinamiento solo nos teníamos que vestir para nosotros mismos, sin necesidad de tener que complacer ni impresionar a nadie“, opina en una entrevista con el Financial Times Zoe Benyon, creadora de la marca de joyas Robinson Pelham, ubicada en Londres.

La creadora de la tienda londinense adjudica a este tipo de variaciones en el comportamiento del consumidor el éxito de los diseños más divertidos y eclécticos.

Sin duda, otorgan mucha personalidad a los looks. La magia del juego se hace presente y marcas como Balenciaga se suman a la tendencia lanzando unos aretes con forma de los míticos chupetes de plástico que estuvieron de moda hace 30 años.

Eso sí: en este caso son de resina de mármol y cuestan 425 euros. No todas son tan económicas y la moda siempre se las arregla para subirle el precio a lo que se venderá.

Pero sin lugar a dudas, estamos frente a una ola que los fashionistas ya adoptaron y al parecer, durará más de una temporada.