Así tiene que estar compuesta una cartera de inversión en épocas de crisis según este reconocido inversor

Los mercados financieros están en máximos históricos, al igual que el mercado inmobiliario, la emisión monetaria y los niveles de deuda. Producto de esta combinación explosiva, muchos especialistas del sector creen que, tarde o temprano, existirá un feroz ajuste financiero que volverá a estabilizar estos aspectos.

Rick Rule, uno de ellos, recomienda armar una cartera de inversión algo particular para proteger el patrimonio en caso de que este negativo escenario se encuentre a la vuelta de la esquina.

Efectivo

Rick Rule, quien actualmente se desempeña como director ejecutivo de Sprott US Holdings, recomienda tener efectivo disponible para aprovechar las potenciales bajas de los mercados. Si bien en el corto plazo el dinero líquido puede ser destruido por la inflación, en el mediano y largo plazo podría compensarse la baja al comprar activos a buenos precios.

“Una circunstancia en la que hay un ajuste de cuentas dramático, algo así como en 2008 o 1987, o 1990, las restricciones de liquidez, cuando ocurren en el mercado, bajan el precio de todo temporalmente”, detalló el experto, y agregó: “Tener efectivo te da las herramientas y el coraje para aprovechar esa circunstancia en lugar de que te aprovechen”.

Metales preciosos

Por otra parte, comprar oro y plata también es una de las estrategias recomendadas por Rick Rule. Para el empresario e inversor multimillonario, estos metales preciosos actuarían como una prima de seguro en caso de que el dinero siga perdiendo valor por la inflación.

“Si tiene una circunstancia en la que el dinero fiat se va al infierno, la ventaja que obtiene en su oro y plata es como una pequeña prima de seguro, es decir, una pequeña participación en oro y plata físicos, compensa un deterioro muy grande en el poder adquisitivo de su moneda fiduciaria”, detalló.

Propiedades de cultivo

Por último, Rick Rule enfatizó en la importancia de comprar tierras de cultivo de alta calidad para amortiguar el impacto de una posible crisis financiera. El motivo es sencillo: la gente siempre tiene que comer, aún en épocas de crisis.