El uso de la tarjeta de débito aumentó un 22% en el último año

La pandemia de coronavirus ha significado un cambio inigualable en relación al reemplazo del dinero en efectivo por las tarjetas de débito. Por un lado, la prevención sanitaria es uno de los principales motivos que llevó a las personas a inclinarse por esta opción, debido a que la manipulación de billetes puede significar un riesgo de contagio de coronavirus. Por el otro, la constante innovación tecnológica ha provocado que la digitalización de todos los servicios sea cada vez más común.

Las tarjetas tienen numerosas ventajas que fueron explotadas durante el transcurso de la pandemia. Estas evitan que la gente deba ir a retirar efectivo de los cajeros automáticos y, también, eliminan la posibilidad de dar y recibir billetes falsos, entre otros aspectos importantes.

Lo mencionado -en gran parte-  no es una novedad. Lo que sucede es que mucha gente "descubrió" las tarjetas una vez empezada la pandemia de coronavirus, tras notar que convenía utilizarlas o que, en algunos casos, era la única opción.

En el último trimestre de 2020 fueron realizadas 21,8% más de compras que el mismo período de 2019.

Por su parte, en el mismo lapso (octubre-diciembre de 2020 contra octubre-diciembre de 2019), cayó un 12,9% la cantidad de extracciones por cajero automático y un 11,4% la de retiros de efectivo por caja en comercios. 

Todos estos datos surgen de un estudio de mercado al que accedió Clarín, elaborado por Prisma Medios de Pago, la compañía detrás de la red de cajeros Banelco, las terminales de cobro LaPos y el sitio Pago Mis Cuentas, entre otros.

"Continúa la tendencia de un crecimiento en el uso de la tarjeta de débito para compras", indica el informe.

En el sector dedicado específicamente a esto, consideran que la pandemia fue fundamental para este fenómeno que derivó en un gran salto digital.

Un dato a tener en cuenta es que sólo entre marzo y junio se emitieron 3.619.100 de estos plásticos (a un ritmo de 28 por minuto), llevando el total en el país a 53,68 millones, frente a 41,8 millones de crédito, según los últimos datos del Banco Central.

"Hubo en 2020 una bancarización sin precedentes", explica a Clarín Ignacio Carballo, quien es experto en microfinanzas y finanzas digitales, y director del Ecosistema de Programas Fintech de la UCA

Lo cierto es que hubo más compras con débito no solo porque la gente se sumó al mundo de la bancarización, sino porque otros reactivaron sus tarjetas. Además, para muchos, el uso del débito se volvió una manera de "estirar" el efectivo disponible, reduciendo al mínimo las visitas al cajero.

El informe de Prisma -basado en datos de esa compañía y del mercado y en estadísticas del Indec y el Banco Central- indica en ese sentido que, en el cuarto trimestre de 2020, la cantidad de tarjetas de débito "activas" en el país (es decir, que tuvieron al menos una transacción entre octubre y diciembre) fue un 12,2% mayor que un año atrás.

“En la inclusión digital hay un 'efecto ola'. Es posible que el uso del pago electrónico vuelva un poquito para atrás al terminar la pandemia, pero sin dudas no a valores pre Covid. Esto va a dejarnos un piso más alto y una tendencia al alza para el largo plazo”, considera Carballo.

Poe su parte, el uso de las tarjetas de crédito sufrió una caída de 11,5%. Estas, usadas en general para compras más grandes y de largo plazo, siguieron muy impactadas por el derrumbe del consumo. Si un año atrás el 64,4% de los pesos gastados con tarjetas en el país se pagaba con las de crédito, esa proporción cayó al 54,5%, cediendo mucho terreno a las de débito.

Fuente: Clarín