En Asia, sin dudas, se puede encontrar cualquier tipo de productos. Pero esta nueva idea que se le ocurrió a la tienda japonesa IINA Stores puede llegar a  tener diferentes miradas: escalofriante o divertido. 

Desde las famosas galletas dorayakis, hasta los macarrones y pasteles, distinas comidas  tendrán impresos “rostros” de personas. La imaginación no tiene límites y este es uno de los casos a los que se suma después del último labial azul de Joey, Ichiban.

¿Cómo funciona "imprimir rostros" en las galletitas? 

La idea surgió tras el confinamiento por la pandemia por covid-19 y el distanciamiento obligatorio que se tuvo que vivir a nivel mundial. No obstante, como es una costumbre, los japoneses nunca duermen con sus asombrosas innovaciones.

Esta tienda japonesa se llama IINA Stores y tiene su sede en Iwaki, Fukushima. La idea de imprimir “rostros” en sus galletas va desde los dorayakis, macarrones y hasta en los pasteles.

Aunque ya están a la venta desde septiembre de 2020 en el resto de muchos lugares todavía no llegó. Fue sorprendente que para el festejo del Día del Respeto por los Ancianos se vendieron muchísimas de estas galletas, donde la gente las encargaba para obsequiárselas a sus seres queridos.

Lo más llamativo en esa oportunidad es que los rostros que más se encargaron en las galletas fueron los de los “nietos”. Es lógico, era una festividad de los abuelos. 

Japon Today es el creador y está convencido de que esta iniciativa  fue una forma divertida para que los niños y sus abuelos estén en contacto.

El pedido se hace a través de la web oficial de la tienda Rakuten, el cliente elige el tipo de postre y se adjunta la foto de la cara que se desea imprimir. La tienda los llama "Kao dorayaki” ya que en japonés significa “rostro”.

Para darse una idea, la caja de 5 rostros comestibles tiene un precio de 2,800 yenes (que equivalen a 26 dólares o 500 pesos mexicanos, aproximadamente). Pero, existe la opción de 10 rostros a 4 mil yenes (que son 750 pesos mexicanos).

Se puede elegir entre 5 sabores caramelo, té verde, Earl Grey, fresa y limón. Lo lamentable, es que solo se consiguen en Japón. Sin embargo, la idea de hacer sonreír a los clientes trasciende en el mundo. Y, sin dudas, sea escalofriante o divertido, la reacción a un regalo de estas características nunca será olvidada. 

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