Crecen los que alquilan

Bajó el porcentaje de familias que son dueñas de su vivienda

En el 2004 el 75% de las familias eran propietarias de su vivienda y en la actualidad se redujo al 70%. Crecieron los alquileres. Una causa de fondo: la inflación crónica de Argentina que impide concretar préstamos hipotecarios a muy largo plazo..

Redacción MDZ
Redacción MDZ martes, 20 de octubre de 2020 · 18:04 hs
Bajó el porcentaje de familias que son dueñas de su vivienda
Imagen ilustrativa.

Por la inflación persistente, en los últimos 16 años crecieron las familias que alquilan, seguidas por las que ocupan terrenos. Todo lo contrario con los propietarios de viviendas, que en términos porcentuales disminuyeron en ese período de tiempo, lo cual deja en evidencia un fracaso en las políticas habitacionales a nivel país y el gradual empobrecimiento a causa de la inflación, una cuestión económica resuelta en casi todas las naciones del mundo, menos Argentina, Venezuela y otros pocos países.

Los datos surgen del último informe de la consultora Idesa, hecha en base a la Encuesta Permanente de Hogares, de Indec.

"La dificultad de acceso a la vivienda propia es un problema estructural que en un contexto de acelerado empobrecimiento genera las condiciones propicias para que se organicen las ocupaciones ilegales", explica el trabajo de Idesa.

Apuntes del informe

Burocracia, corrupción e ineficiencia. "El Estado nacional –que no tiene competencias en materia de vivienda, ya que es jurisdicción provincial y municipal– históricamente ejecutó programas con mucha demagogia y baja eficacia. Ejemplo extremo se da en la actual gestión que se creó un ministerio nacional específico con la meta de construir 21.000 viviendas. Es decir, cubriría el 0,5% del déficit habitacional, si llegara a ser exitoso. Las provincias, que son las responsables por solucionar el déficit habitacional, reciben, desde hace décadas, parte del impuesto a los combustibles de manera automática a través del Fondo Nacional de Vivienda (FONAVI). Pero una exagerada porción de estos fondos va a burocracia y corrupción. Además, como el diseño y la administración son rudimentarios, las pocas familias beneficiadas (generalmente elegidas de manera clientelar) no devuelven el préstamo con lo cual se construyen muchas menos viviendas de las que se podría. Los problemas se potencian con trabas burocráticas que dificultan el desarrollo de infraestructura urbana y la registración de la titularidad de las propiedades".

Inflación. "En los países bien organizados la vía natural de acceso a la vivienda propia son los préstamos hipotecarios de muy largo plazo (30 / 35 años). Con estos plazos, para la mayor parte de la población la vivienda es accesible porque los valores de las cuotas son razonables. Para las familias de muy bajos ingresos también hay acceso a la vivienda con préstamos subsidiados por el Estado para adaptar la cuota a la menor capacidad de pago. En la Argentina, en cambio, el mercado hipotecario de largo plazo no existe debido a la inflación crónica. Este es un factor de alta regresividad ya que el acceso a la vivienda en base al esfuerzo propio termina siendo un privilegio de las familias de más altos ingresos".

Toma de terrenos por la fuerza. "En el sur del país, las tomas de terrenos son planteadas como parte de las reivindicaciones de poblaciones indígenas ancestrales. Son muchas y fundadas las sospechas que detrás del argumento ancestral se esconden intereses de negocios inmobiliarios y motivaciones político-partidarias. Indicios en este sentido son la activa participación de dirigentes políticos, incluso usando el aparato estatal, y que muchas de las tomas involucran grandes extensiones de tierras de alto valor inmobiliario debido a su privilegiada ubicación en medio de bellezas naturales".

"Distinto es el caso de las tomas en el Conurbano bonaerense donde quienes se lanzan sobre las tierras son familias pobres que van en busca de una pequeña parcela en terrenos que ni siquiera están aptos para la vivienda. Estas tomas están explícitamente promovidas por organizaciones sociales que toman provecho de la prohibición transitoria de desalojo, declarada por la pandemia, para hacer de la posesión un hecho consumado. Alimenta el desorden la inoperancia judicial que no ejecuta el principio básico y natural de que la prohibición de desalojo no aplica a las posesiones ilegales de la propiedad".  

 

 

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