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Stefano Di Carlo tuvo una reunión con Gallardo tras su asunción y a días del Superclásico: qué le dijo

En medio de la crisis futbolística y a días del partido ante Boca, Stefano Di Carlo inició su gestión con una reunión con el Muñeco.

El flamante presidente de River habló cara a cara con Gallardo antes del duelo con Boca.

El flamante presidente de River habló cara a cara con Gallardo antes del duelo con Boca.

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El primer día de Stefano Di Carlo como presidente de River no fue uno más. Con el Superclásico ante Boca en el horizonte y un clima cargado de incertidumbre, el dirigente eligió su primer paso: visitar el River Camp para saludar al plantel y conversar con Marcelo Gallardo.

En su discurso de asunción, tras haber sido elegido con el 61,77% de los votos (15.960 de 25.839), Di Carlo ya había hablado de “unidad” y “respaldo”. Y ese mismo mensaje fue el que repitió en Ezeiza: la convicción de que “la unidad nos va a sacar adelante y nos va a hacer retomar la senda de la que brevemente nos hemos desviado”.

La escena, protocolar en apariencia, tuvo un fuerte contenido dado el contexto. No fue solo la presentación del nuevo presidente: fue una señal de apoyo al entrenador en el momento más difícil de su ciclo.

di carlo river
Stefano Di Carlo comenzó su gestión en River con un fuerte gesto en una semana clave.

Stefano Di Carlo comenzó su gestión en River con un fuerte gesto en una semana clave.

Una charla clave con Marcelo Gallardo

Tras el entrenamiento matutino, Di Carlo y Gallardo mantuvieron una reunión en las instalaciones del River Camp. No trascendieron los detalles de la charla, pero el tono fue de respaldo absoluto. El dirigente reafirmó su confianza en el DT, sosteniendo el proyecto que —según había declarado durante la campaña— lo incluye “hasta 2029”.

El nuevo presidente enfrenta, además, un debut inédito: estrenarse oficialmente en el cargo justo en la previa de un Superclásico, con un equipo golpeado y el futuro del técnico en debate. El resultado en La Bombonera puede ser determinante: o bien servir de punto de inflexión para la recuperación, o acelerar una crisis de consecuencias profundas.

Por primera vez desde que llegó a River, la continuidad de Marcelo Gallardo parece no depender solo de él. Los malos resultados —ocho derrotas en diez partidos— y el riesgo de quedar fuera de la Copa Libertadores 2026 lo colocan en una situación inédita.

El entrenador, que decidió no hablar públicamente tras los silbidos y el “que se vayan todos” del Monumental, analiza su futuro en silencio. Las charlas de renovación quedaron en pausa. Lo que parecía una certeza —un contrato extendido hasta 2029— hoy se transformó en una incógnita abierta.

El desafío de Di Carlo: sostener al líder y reconstruir el rumbo

Durante su campaña, Di Carlo fue categórico: “Obviamente el liderazgo y el CEO del área de fútbol es Marcelo Gallardo, de manera total y exclusiva”. Esa frase, que reflejaba una convicción firme, hoy suena al menos desafiante.

En apenas 48 horas de gestión, el nuevo presidente debió enfrentar dos frentes: contener al plantel y respaldar públicamente al entrenador, sin perder de vista que el Superclásico puede definir mucho más que tres puntos.