Sal, agua bendita, cintas rojas y hasta un brujo: la curiosa maldición que persigue a Huracán Las Heras
El club que participa del torneo Federal A cuenta con una llamativa mala racha en su estadio que no logra romper.

Huracán Las Heras no logra romper con un maleficio que lleva casi 10 meses. Foto: Prensa Huracán.
La derrota ante Gutiérrez por 2 a 1, en el marco de la fecha 14 del torneo Federal A 2025, dejó una sensación amarga en Huracán Las Heras, ya que se trataba de un encuentro clave en sus aspiraciones de clasificarse entre los primeros cuatro de la zona B del certamen.
El equipo que dirige Gabriel Vallés se había puesto en ventaja con el tanto de Luciano Ortega, en el inicio del segundo tiempo, pero el Celeste, que está en el último puesto y sólo había ganado un partido, lo dio vuelta con las conquistas de Ignacio Pipistrelli y de Fernando Mesa, el segundo de penal.
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Si bien el Globo se mantiene en el cuarto puesto de la zona y por ahora consigue el objetivo, por Las Heras saben que perdieron una gran oportunidad de despegarse del resto de los equipos cuando restan cuatro fechas para el final de la primera ronda.
La curiosa maldición que persigue a Huracán Las Heras
La derrota con Gutiérrez dejó además otra situación que el equipo de Vallés no logra contrarrestar con el desarrollo del actual certamen y que ha despertado la atención de todo el club por tratarse de un hecho sumamente llamativo.
El equipo lasherino no concreta un gol en el arco que da hacia el norte del estadio General San Martín, en donde suele ubicarse su hinchada, desde el mes de septiembre del año pasado. El último jugador del cuadro mendocino que anotó un tanto en esa meta fue Enzo Montenegro, en la victoria por 1 a 0 ante Deportivo Rincón, por la fecha 9 de la segunda fase del torneo Federal A pasado.
Desde ese día pasaron 8 partidos como local, en donde el Globo anotó 7 tantos, y lo llamativo del hecho es que todos los goles fueron hechos en el arco sur del estadio ubicado en calle Olascoaga.
Sal, agua bendita, cintas rojas y hasta un brujo
Frente a esta curiosa situación, desde la dirigencia de Huracán junto con algunos empleados del club y los encargados del mantenimiento del estadio, buscaron diferentes maneras de poder romper con esta racha, que ya lleva casi 10 meses.
Desde la institución le confiaron a MDZ que en primer lugar intentaron con arrojar sal en ese sector, después agua bendita, luego colocaron cintas rojas en ese arco, hasta que fueron un poco más allá al convocar a un cura y a un brujo para terminar con la mala racha.
Es más, los empleados contaron que, en uno de los tantos rituales, colocaron un plato con agua en ese lugar, que explotó durante la noche, lo que generó la sorpresa de todos aquellos que están detrás del tema. Por lo pronto, el próximo encuentro en casa del conjunto de Vallés será frente al Atlético San Martín, dentro de dos fechas. Sí, creer o reventar.