La conmovedora dedicatoria de Leandro Paredes en el primer festejo desde su regreso a Boca: "Ojalá esté contento"
Leandro Paredes celebró su gol con la camiseta azul y oro después de casi 12 años y lo dedicó a Ramón Maddoni, su histórico descubridor.

Leandro Paredes le dedicó el gol a Ramón Maddoni y se refirió a la necesidad de conseguir un triunfo.
Prensa Boca JuniorsLeandro Paredes volvió a gritar un gol con la camiseta de Boca y no pudo ocultar su emoción. En la victoria del Xeneize frente a Independiente Rivadavia en Mendoza, el mediocampista fue protagonista del 1-0 parcial y lo festejó de manera muy especial: señalando al cielo y besándose el escudo.
“Feliz, muy importante por la victoria, contento por dedicárselo a un amigo que se fue hace unos días, que fue importante en mi vida, ojalá esté contento allá arriba”, expresó en zona mixta. Luego, en sus redes sociales, compartió un sentido mensaje: “No pude ir a despedirte amigo mío, pero estoy seguro de que estarás feliz. Descansá en paz, Ramón querido”.
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El homenaje fue para Ramón Maddoni, histórico captador de talentos del fútbol argentino, fallecido el viernes a los 83 años. Maddoni fue el descubridor de figuras como Redondo, Sorín, Cambiasso, Gago, Tévez y el propio Paredes, quien ya le había dedicado unas palabras el día de su partida: “Gracias por todo, maestro. Descansá en paz”.
Más allá de la emoción, Paredes también valoró la importancia del triunfo: “Me da igual si me lo dan a mí o no (por el gol del 1-0 parcial), lo importante era ganar. Esta es una victoria que nos hace bien a todos. Ojalá sea un punto de partida, no hay que relajarse”.
El gol llegó tras un centro fuerte del volante que rebotó en Bottari, descolocó al arquero Ezequiel Centurión y se transformó en el primer grito de Boca en el partido. Una conquista que rompió una racha de siete encuentros sin convertir el primer gol del encuentro, un peso anímico que arrastraba el plantel.
Con este festejo, además, Paredes cortó una sequía personal de casi 12 años sin gritar con la azul y oro. La última vez había sido el 10 de noviembre de 2013, ante Tigre en la Bombonera. Tenía 19 años y vivía sus primeros pasos en Primera. Hoy, con 31, volvió a sentir la misma adrenalina, aunque con la madurez de un campeón del mundo que decidió regresar al club que lo vio nacer.