Godoy Cruz: semillero inagotable y proyección millonaria
Industria mendocina. Ese es el sello con el que buena parte del plantel de Godoy Cruz se pasea por Sudamérica. La máquina de fabricar jugadores no se detiene y sigue gestando proyectos de cracks que hoy gozan de un rol importante dentro del plantel profesional que encabeza Esteban Solari.
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El último partido ante Gremio en Brasil, histórico por cierto, tuvo a la mitad del equipo nacido en la cantera de calle Lencinas: Mateo Mendoza, Juan Meli, Gonzalo Ábrego, Facundo Altamira y Santino Andino fueron titulares, sumando a Valverde y Leyes que ingresaron desde el banco, más Funes, Morán, Pascual y Salinas que se quedaron con el buzo puesto.
El grueso del plantel que trabaja en el día a día con Esteban Solari en Coquimbito tiene casi el 50% jugadores del club. A esa lista mencionada hay que agregar a Roberto Ramírez, Agustín Villalobos, Nahuel Ulariaga y Matías González, contabilizando 15 players de los 33 que conforman la nómina.
Pensando a futuro y en un mediano plazo, aparecen los casos de Mendoza, Ábrego y Andino, quienes son tentativa de transferencia con un valor de mercado importante. Así, los números de una inversión sostenida en el tiempo desde que llegan en inferiores hasta que se produce una venta empiezan a dar sus frutos.
Otro punto a destacar: hoy al Tomba llegan jugadores de todas partes de la región y hasta de países limítrofes, como el caso de Óscar González (chileno que integra la Sub 20 y juega en Reserva) y Denis Quichu Torrez (boliviano que milita en las inferiores), algo impensado no hace mucho tiempo.
Consolidado en Primera División, con octavos de final de Copa Sudamericana a la vista, un Feliciano Gambarte preparando corte de cinta y con un plantel robustecido por chicos de la casa, el presente de Godoy Cruz es auspicioso y digno de destacar. Al margen de los detractores que piden estrellas y campeonatos.