La herencia Sandes: Tomás y la continuidad del legado familiar

Hay pasiones que se heredan. Los Sandes son una muestra de que el amor por algo también se ramifica junto al árbol genealógico: papá Matías, uno de los nombres fuertes del básquet argentino, y Tomás, el hijo que sigue los pasos y crece a pasos agigantados, ganándole incluso al tiempo.
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El viejo tiene casi 20 temporadas en Liga Nacional, vistiendo camisetas de peso como la de San Lorenzo o Boca Juniors. Además, jugó para la Selección argentina y pasó por España. Lo que no imaginó nunca era compartir cancha con Tomi, quien con sus precoces 16 años empieza a transitar su propio camino.
"Al principio lo sentía raro pero como ya llevo un año con él me siento muy cómodo adentro de la cancha e intento aprovechar y aprender cada día. Lo trato de disfrutar al máximo porque es algo único en mi vida", dice el heredero, mientras intenta ponerle palabras a esto de ser contemporáneos en Anzorena.
El pichón de crack ya sumó minutos en este primer equipo que lidera en la Superliga y viene de consagrarse en el Vendimia: "MI papá me da consejos y me trata como uno más adentro de la cancha. Siempre hay retos, claro, y lo entiendo como tal. Es algo natural en nuestra relación".
Para el mini Sandes el presente se le parece a lo perfecto: es que además de la actualidad en su club, el jugador del Rojo de la Sexta fue citado para la concentración de la Selección U16 que competirá en la AmeriCup a realizarse en Ciudad Juárez de México, con fecha del 18 a 30 de este mes.
"Vivir este presente con la convocatoria a la Selección es una mezcla de emoción y responsabilidad. Es una oportunidad increíble para representar a nuestro país y mostrar todo el esfuerzo que hemos puesto en el básquet. Estoy listo para dar lo mejor de mí y contribuir con el equipo", cerró.