Historias

Estuvo preso por homicidio y hoy es el 10 del Independiente líder: la historia de Luciano Cabral

Fue condenado a nueve años de prisión por homicidio, salió antes por buena conducta y volvió al fútbol en Chile. Hoy, con 29 años, conduce al Rojo que lidera el Grupo B del Apertura.

Lucio Cappellini
Lucio Cappellini martes, 4 de febrero de 2025 · 06:47 hs
Estuvo preso por homicidio y hoy es el 10 del Independiente líder: la historia de Luciano Cabral
Luciano Cabral, el líder futbolístico del Rojo que tiene ilusionados a los hinchas. Foto: @Independiente

Es una historia de redención. Porque hoy los hinchas de Independiente lo aplauden y se preguntan si finalmente se tratará de un “10” a la altura de las circunstancias y del escudo; aquel mítico dorsal que supo honrar Ricardo Bochini. Pero, hace un lustro, Luciano Cabral, hoy volante del Rojo, no podría haber previsto semejante realidad. Estaba preso en Mendoza por homicidio y volver al fútbol parecía una utopía. ¿Cómo podría haber imaginado su agónico golazo a Talleres en tiempo de descuento? ¿O que sería el “10” del líder del fútbol argentino?

Hace 29 años nació en General Alvear, en la provincia de Mendoza, Luciano Cabral. Un chico que mostró su talento con la pelota de fútbol desde niño, pero cuyo futuro se vería trunco por un crimen aberrante. Cabral la rompía en las inferiores de Comisión de Actividades Infantiles, en su tierra natal; tanto, que fue cedido a River, donde supo ser campeón en Séptima División. A ese diez clásico, diestro, criterioso y con un futuro enorme se lo llevó Argentinos Juniors cuando todavía era una adolescente. 

Cabral debutó en el Bicho de la Paternal en 2014 y fue parte tanto del plantel que descendió como del que regresó a la Primera División una temporada más tarde. Aquel fue uno muy especial, claro está, porque tenía como figura nada menos que a Juan Román Riquelme, quien deleitaba a los futboleros con sus últimos toques en el verde césped. Y un jovencito Cabral se dio el gusto de jugar a su lado. El mendocino empezó a tener cada vez más rodaje y, a la par, a llamar la atención del mundo del fútbol. No por nada Hugo Tocalli lo convocó a la Selección chilena Sub 20 y Athletico Paranaense se lo llevó a préstamo.

En 2016, no rindió en el fútbol brasileño como se esperaba. Pero eso pasó enseguida a segundo plano, cuando en aquel Año Nuevo protagonizó el episodio que condicionaría sus próximos cinco años y su carrera entera. En la madrugada del 1 de enero de 2017, Cabral, su padre y su primo se enrolaron en una pelea que derivó en la muerte de Joan Ariel Villegas Gualpa. Los últimos dos fueron detenidos y, más tarde, fue Luciano Cabral quien se entregó a la policía en la Comisaría 14° de General Alvear. “Tenía tanta rabia que no volví en mí hasta ver el cuerpo todo ensangrentado, molido a palos”, diría sobre aquel asesinato.

Cabral y Román, cuando el ex Boca jugaba sus últimos partidos como profesional. 

Su padre, José, fue condenado a dieciséis años y medio de prisión por homicidio culposo y Luciano, a nueve y medio por haber sido coautor del crimen. “Era una persona sin escrúpulos que amenazaba y pedía dinero a cambio de no hacerle nada a Luciano cuando venía de visita a General Alvear”, explicaría José Cabral durante el juicio. Luciano Cabral estuvo preso en el Complejo Penitenciario IV de San Rafael hasta agosto de 2021; entonces, gracias a su buen comportamiento, fue trasladado a la Colonia Granja de esa ciudad y allí empezó a realizar algunas tareas remuneradas y regresó a entrenar.

“Trabajaba pensando en que cuando me reinsertara completamente en la sociedad no me costara tanto”, se sinceraría una vez conquistada su libertad. Lo cierto es que en 2022, a Cabral se le otorgó la libertad condicional y empezó a entrenarse en el Centro de Fútbol Profesional Sergio Daniel Batista de Argentinos Juniors. Finalmente, después de cinco años y medio y por buena conducta, dejó definitivamente de la cárcel. Seis años habían pasado desde la última vez que había jugado al fútbol profesional. Pero Coquimbo Unido de Chile confió en él, le dio una segunda oportunidad y lo contrató para la temporada 2023.

“Las segundas oportunidades como entrega nuestro club y la posibilidad de retornar nivel son la conjunción que tiene el nuevo refuerzo porteño, Luciano Javier Cabral, como otra de las incorporaciones nacionales que llega al puerto coquimbano”, expresó el club para la felicidad total del volante. “Alegría, emoción, se me vienen muchas cosas a la memoria, el recuerdo de todo este tiempo que estuve lejos de las canchas, el recuerdo de todo este tiempo que sufrió mi familia, el que sufrí yo y la verdad que siento mucha felicidad de volver a competir y poder jugar”, contestó él.

El en fútbol chileno mostró todo el talento que, evidentemente, no había perdido tras las rejas. Aportó ocho goles, seis asistencias y fue uno de los mejores jugadores del fútbol chileno en ese año y el siguiente. Tanto así que estuvo muy cerca de ir a la Copa América de Estados Unidos con Chile, cuya nacionalidad tiene. Pero el país anfitrión no le otorgó la visa por sus antecedentes penales y Cabral debió mirar el certamen por televisión. Sin embargo, habría luz al final del túnel. En el segundo semestre del año pasado, el hoy “10” de Independiente jugó en León de México; y bastaron solo 15 partidos para que Julio Vaccari y la dirigencia se fijaran en él.

Cabral volverá a enfrentar a Racing, pero con otra camiseta. (Foto: @coquimbounido)

Independiente compró el 70% de la ficha de un futbolista de 29 años que, si bien había demostrado habilidad, no dejaba de ser una incógnita. Cabral se había ido del fútbol argentino a los 20 años y sin grandes sensaciones: “Chile es un país que me ha dado mucho cariño y afecto, cosas que no encontré en Argentina”, llegó a decir alguna vez. Pero Independiente acertó. Porque hoy, con el pasado como anécdota aleccionadora y vivencias de sobra en su espalda, Luciano Cabral volvió a sonreír en el fútbol argentino. Y, con su técnica, los hinchas del Rojo. El 16 de marzo se verán las caras Racing e Independiente. Será el primer clásico de Avellaneda con dos expresidiarios en cancha: Adrián “Maravilla” Martínez y Luciano Cabral. Curiosamente, las dos figuras de cada equipo. Porque el fútbol siempre da revancha.

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