Las preocupaciones defensivas de Pedernera tras la goleada que sufrió Godoy Cruz
El Tomba tuvo un debut inesperado en la Copa Betano de Chile y el entrenador se lleva en su carpeta varios interrogantes.
Arrancar de esta manera nunca es positivo. Si bien el estreno en el 2025 fue en un torneo de verano amistoso, la actuación que dejó Godoy Cruz estuvo muy lejos de ser la esperada. Universidad de Chile lo goleó 4 a 1, en una actuación colectiva que tuvo muy poco para destacar, por no decir nada.
Es cierto que la U llegó al ruedo con más rodaje, como también es verdad que el nivel del Tomba rozó el sótano. Ernesto Pedernera se llevó en su agenda varios temas en rojo que deberá pulir de cara al debut con Rosario Central, al margen que hay un encuentro más del certamen veraniego (contra Coquimbo Unido, el martes).
Está más que claro que Franco Petroli es intocable y su lugar, al margen de los cuatro goles, está lejos de correr peligro. Los interrogantes arrancan a partir de la defensa, con tres puestos que no tienen dueño: sacando a Federico Rasmussen, la última línea tiene dos nombres por posición que competirán para el lateral derecho, el primer central y el costado izquierdo.

Lucas Arce arrancó del vamos pero volvió a mostrar un nivel bajo, tal como terminó el 2024: perdió la marca en el 1 a 0 y por su flanco llegó el 2 a 0. Facundo Ardiles es la otra alternativa, que corre de atrás, al menos en el arranque, pero si el ex Gimnasia no levanta el nivel, puede ganarse un lugar.
Tras la salida de Pier Barrios, Mateo Mendoza formó zaga con Rasmussen, aunque la expulsión también lo deja expuesto. En ese lugar llegó como refuerzo Rossi, quien ingresó tras la roja del canterano. Otra pulseada en juego por una camiseta titular en puerta.
La defensa con dudas se completa en el lateral zurdo, con Juan Morán y Andrés Meli como opciones. Arrancó Juanse, que tuvo un flojo estreno en 2025, penal mediante que derivó en el cuarto gol de la U. Pedernera pidió que Meli se quede y entre ambos van a dirimir por la casaca número 3.
Con menos de dos semanas para el bautismo en el Apertura (jueves 23 de enero contra Rosario Central), el deté tombino deberá ajustar las piezas lo mejor posible para no sufrir por los porotos. No hay mucho margen en cuanto al tiempo, por lo que deberá seguir aceitando la máquina lo mejor posible.

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