Ezequiel Ponce, el hacker que casi paga con la cárcel su altruismo

En la adolescencia, pasaba horas y horas al frente de la computadora. Volvía de la escuela y, otra vez, se sentaba para seguir aprendiendo de informática. No sabía que algún día lo llamarían “héroe nacional”, y menos que sería detenido y tratado como un criminal. Ezequiel Ponce solo quería saber más del mundo cyber. Y lo hizo, hasta que a los 18 años empezó a estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Cuyo y la informática pasó a ser “un hobbie”. Siguió viviendo con sus padres Walter y María en una discreta casa en la localidad de Godoy Cruz, en Mendoza, y equilibrando sus compromisos. El estudio era uno y, el otro, el que tenía con millones de argentinos: permitirles ver los partidos de sus equipos.

Tal era su conocimiento en informática que cuando la biblioteca de su facultad tuvo un problema en su sistema lo llamaron a Ezequiel. Ayudó y resolvió. Porque así era él: informático y solidario. Más lo primero que lo segundo para la Justicia; y más lo segundo que lo primero para varios fanáticos que aún le agradecen. Un día, Ezequiel Ponce notó que existía un error en las plataformas (pagas) que transmitían eventos deportivos y, a raíz de su sabiduría en la materia, comprendió que podía compartir el contenido de forma gratuita con millones de argentinos. No creó “Fútbol Libre” ni mucho menos, asegura él; solo tuvo un gesto altruista con otros que podrían valorar tanto como él el descubrimiento.

Empezó a compartir links para acceder a partidos de fútbol en internet. Lo hizo bajo su seudónimo “Kahsad” y a través del sitio www.kahsadtvonline.blogspot.com. Rápidamente, frustrados por el alto costo de DGO, de ESPN, o de los paquetes de fútbol, millones de usuarios hallaron en Kahsad un proveedor de información muy valiosa. Y los partidos que él compartía se volvieron cada vez más populares. Según narraría el protagonista, la página pirata Fútbol Libre los empezó a levantar y reproducir masivamente, lo que hacía que aquellos links se plagaran de espectadores. “No tengo ningún vínculo con Fútbol Libre”, diría Ponce luego de ser detenido y liberado. Pero fue a raíz de dicha página que llegarían a la puerta de su casa.

El 4 de abril de 2024 Boca Juniors visitó a Nacional Potosí, en Bolivia, por la primera fecha de la Copa Sudamericana. Aquel partido fue transmitido por DirecTV, pero un “error” en la plataforma hizo que Ponce pudiera extraer la url y compartirla con sus amigos para que vieran al Xeneize sin costo. Claro que el link enseguida fue furor en redes sociales y generó 6 millones de espectadores. Desde ese día, a raíz de una denuncia de Alianza Contra la Piratería Audiovisual (Alianza), la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ciberdelitos (UFEIC) emprendió una investigación que culminó el miércoles 10 de julio, en la antesala del duelo entre Colombia y Uruguay por las semifinales de la Copa América, con la detención de Ezequiel Ponce, a quien asociaron con Fútbol Libre y catalogaron como su creador. 

A las 7 de la mañana tocaron la puerta de su casa y simularon ser repartidores de Mercado Libre. Ponce abrió. La UFEIC y la Policía de Mendoza creyeron que hallarían en su habitación un refugio clandestino propio de un hacker de primera línea, pero nada de eso. Allí estaba Ezequiel Ponce con su computadora, su celular, la ropa arriba de su cama y algún que otro libro sobre Ciencias Políticas que el joven de 21 años debía leer para la facultad. Lo detuvieron por violar el derecho a la propiedad intelectual de la Ley 11.723 y luego fue trasladado a Buenos Aires, en una maniobra que inmediatamente repercutió en redes sociales y generó un apoyo unánime de parte de millones de futboleros a lo largo y a lo ancho del país. “Héroe nacional”. “El más grande de todos los tiempos”. “Solo los genios hacen eso”. Son solo algunas de las frases con las que en X miles de argentinos le manifestaron su gratitud.

Días después, Ponce fue sobreseído por varios motivos: por no haber peligro de fuga, porque, según la fiscalía, colaboró desde el primer momento con información y porque se demostró que no obtuvo rédito económico al compartir los partidos de fútbol. Una de sus primeras frases luego de la detención sintetizó a la perfección su rol en el mundo digital: “Lo único que quiero es que la gente pueda ver los partidos, no lo hice por un tema económico”, dijo, generando la empatía de quienes supieron aprovechar sus links. Rechazó el calificativo de “héroe”, explicó en primera persona la verdad detrás de tantas hipótesis y aseguró que lo hizo como hobbie y que no ganó plata.

Sus primeras palabras tras ser liberado

Gracias a la labor de sus abogados Fernando Amadeo y Marcelo Canale, Ponce está de vuelta en su casa, en Godoy Cruz, y junto a sus seres queridos. La Justicia cerró cincuenta páginas de piratería que transmitían fútbol, pero inevitable e inmediatamente surgieron otras varias con la misma función que la más conocida de ellas, Fútbol Libre. Ezequiel Ponce dio una entrevista a Mdz, reafirmó su versión y mostró su descontento para con el “monopolio” que rodea al fútbol. Insistió en que no tiene nada que ver con Fútbol Libre y reiteró su motivación, la que lo volvió un criminal para unos (hasta el 15 de julio, cuando fue sobreseído) y un héroe para otros. “Yo solo quería que la gente viera los partidos”.