El Malvinas se vistió de fiesta y estuvo a la altura de una nueva noche copera

Godoy Cruz y Colo Colo, además de animar un gran partido, disfrutaron de una verdadera fiesta del fútbol. Más de treinta mil personas le dieron un marco espectacular a un Malvinas Argentinas que estuvo vestido de azul y blanco, pero donde los fanáticos chilenos también aportaron lo suyo con muchas banderas en la popular norte, como también en parte de la platea descubierta.

El ingreso de ambos equipos contó con papelitos, globos de colores, algunas luces y gargantas al borde de romperse para demostrar quién tenía más aguante. Una vez que la pelota comenzó a correr, esa algarabía se transformó en tensión y los futbolistas de Godoy Cruz fueron quienes más la sintieron ya que les costó acomodarse en la cancha. 

Pero, una vez que eso ocurrió, se plantó ante un verdadero gigante del continente. Cada canción entonada, tenía su respuesta y los mendocinos se encargaron de recordarle el apoyo del vecino país a Inglaterra en la guerra de Malvinas con le tradicional "El que no salta es un inglés". 

Después de un primer tiempo intenso, en el complemento llegaron las emociones y los trasandinos dieron rienda suelta a su felicidad cuando Marcos Bolados abrió la cuenta. A partir de ese momento, del otro lado, el nerviosismo los invadió y tardaron algunos minutos en salir de la sorpresa. 

Luego de ese rato, la fiesta volvió y pese a que el resultado no fue el deseado por el Bodeguero, demostró una vez estar a la altura. Queda la revancha, que será en Santiago, pero para eso falta y Godoy Cruz buscará agregarle una nueva página a su historia deportiva.