Historias

Día del Hincha de Boca: la increíble historia detrás del apodo de "Jugador Número 12"

Este 12/12 se celebra un nuevo Día del Hincha de Boca y MDZ te cuenta el pintoresco origen del apodo que se ganó la hinchada xeneize, con motivo de la histórica gira por Europa de 1925.

Lucio Cappellini
Lucio Cappellini jueves, 12 de diciembre de 2024 · 06:46 hs
Día del Hincha de Boca: la increíble historia detrás del apodo de "Jugador Número 12"
El carnet de socio de "Toto" Caffarena, el hincha que inmortalizó el apodo.

Este jueves, y como cada 12 de diciembre, se celebra el Día del Hincha de Boca. Claro está, porque se trata de un número muy simbólico para una hinchada que se ha bautizado a sí misma como "Jugador Número 12". El club organizó una celebración en la Bombonera y convocó a través de sus redes sociales a todos sus fanáticos: “¡Vení a festejar el Día del Hincha de Boca en casa y sumate a la fiesta de la hinchada más grande del mundo!”. Para eso, los socios deben confirmar su asistencia a través de la web SoySocio. Pero más allá del festejo de esta tarde, el origen del seudónimo no es del todo conocido y se funda en una historia más que curiosa: un socio e hincha que vendió propiedades para acompañar a Boca a lo largo de la famosa gira por Europa que duró cinco meses y marcó un antes y un después para el fútbol argentino.

En 1924, la por entonces Asociación Argentina de Football tuvo el deseo de enviar una delegación argentina para representar al país en una gira por Europa, pero no pudo consolidarse una Selección, así que se determinó que viajara Boca en representación. El Xeneize se postuló y la AAF le dio el visto bueno. Así, el 4 de febrero de 1925 partieron en barco, en un viaje que duró 23 días (arribaron a España el 27 de febrero), doce futbolistas xeneizes más cinco “refuerzos”, dos dirigentes, un periodista… y un hincha. Fue la primera gira de un equipo argentino por Europa y regresarían al país el 12 de julio, después de 19 partidos y un saldo muy favorable.

Los jugadores de Boca que viajaron fueron Américo Tesoriere, Ludovico Bidoglio, Ramón Mutis, Segundo Medici, Alfredo Elli, Mario Busso, Domingo Tarasconi, Antonio Cerrotti, Dante Pertini, Carmelo Pozzo, Carlos Atraygues y Alfredo Garasini. Y los provenientes de otros clubes, Cesáreo Onzari (Huracán), Octavio Díaz (Rosario Central), Roberto Cochrane (Tiro Federal), Manuel Seoane (El Porvenir) y Luis Vaccaro (Argentinos Juniors). A su vez, estuvieron un periodista del diario Crítica, el vicepresidente Adelio Cariboni, el secretario Vicente Decap y un fanático llamado Victoriano “Toto” Caffarena, que pasaría a la historia.

Caffarena era socio de Boca desde 1922 y además de desempeñarse como abogado y escribano era un fanático de su club. Tanto es así, que decidió vender algunas propiedades para poder acompañar al Xeneize en la gira, ya que la época de fútbol amateur sin patrocinadores lo obligaba a pagar todos sus gastos (y hasta pagaría los de algunos jugadores). Toto fue el único hincha que viajó con la delegación durante los cinco meses y ejerció roles de todo tipo: fue utilero, aguatero, masajista y hasta, en una ocasión, director técnico. Entabló una gran relación con el plantel y el goleador xeneize Antonio Cerrotti lo apodó “El jugador número 12”. Un bautismo que marcaría para siempre la historia de Boca.

Victoriano Caffarena: abogado escribano e hincha de Boca.

Caffarena regresó con la delegación azul y oro a Argentina el 12 de julio de 1925, tras una exitosísima gira que popularizó mucho a Boca. Fueron 15 triunfos, incluidos dos ante el Real Madrid por 1-0, un empate ante el Bayern Múnich y solo 3 derrotas. Una multitud de hinchas los recibió en el puerto de Buenos Aires y fueron reconocidos por la AAF como Campeones de Honor. Toto Caffarena tampoco estuvo exento de agasajos: se le asignó una platea fija en el estadio del Xeienze. En 1926, Caffarena le encargó al compositor Ítalo Goyeneche que hiciera un Himno para Boca y el escritor Jesús Fernández Blanco aportó la letra. Aquel sonó por primera vez en el piano de su casa.

El 11 inicial y el único hincha de aquella gira por Europa en 1925.

En 1953, se convirtió en socio vitalicio y dos años después, por el 50º aniversario de la institución, el entonces presidente Alberto J. Armando le entregó a Toto una placa con la inscripción “Jugador Número 12”. En 1960 empezó a desempeñarse como presidente de la República de la Boca. Tuvo una vida entera ligada al club, en el que además ejerció como escribano, hasta su muerte el 13 de agosto de 1972. Lo que jamás falleció, sin duda, fue su apodo. Que bautizó a toda una hinchada por su empuje en cada partido como si fuera un jugador extra y quedó inmortalizado en una bandera: “Como no somos los únicos, decidimos ser los mejores. Jugador N°12”.

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