Las dos caras llamativas de Independiente Rivadavia

Independiente Rivadavia tiene una versión llamativa en este amanecer de torneo: es un equipo cuando ataca y otro muy distinto cuando defiende. Dos caras que conviven dentro de un mismo once que lo hacen tambalear en la tabla de posiciones y que ya lo hizo cambiar de entrenador en apenas ocho partidos de esta Primera Nacional.

La última presentación en Buenos Aires ante Riestra basta como un botón de muestra: un equipo que lastima cada vez que se lo propone y otro que sufre horrores cuando lo atacan, casi sin peligro, encargándose de generarlo por sus propios medios (el primer gol de ayer, un claro ejemplo).

Nadie podrá discutir que el ciclo de Ever Demalde tuvo un buen aporte en ofensiva, con variantes y nombres que alcanzaron a prender rápido en su idea. Es más, la Lepra está 13ª de 18ª pero es uno de los tres equipos más goleadores de la Zona A con 14 tantos, igualando Chacarita y Quilmes, primero y segundo del Grupo. Para nada mal.

En ataque el equipo mostró cosas interesantes. El acierto de Álex Arce es, sin dudas, el mayor pleno. El paraguayo no sintió la adaptación y ya tiene cuatro goles en su cuenta personal. Bien Reali, Sánchez y las proyecciones de los laterales Abecasis y Elordi, dando juego por las bandas y hasta llegando al gol (el lateral derecho suma dos y el izquierdo, uno).

Ahora bien, los graves problemas están de mitad de cancha hacia atrás. En esa dualidad y juego de comparaciones, la cosa cambia mucho. El Azul es el segundo conjunto más goleado de la zona por culpa de los 16 tantos en su valla y solo lo supera Tristán Suárez (tiene 17).

Ya usó dos arqueros (Gagliardo y Bolado), tres laterales derechos (Abecasis, Petrasso y Varela), rotó la zaga central por lesiones y expulsiones y sufrió goles tempraneros que lo obligaron a pelear cuesta arriba: Chacarita, Tristán Suárez, Racing de Córdoba y Riestra le marcaron antes del cuarto de hora.

Sin dudas que Berti tomará nota de esto y será uno de los puntos a tratar con sus nuevos dirigidos. Si logra equilibrarlo, Independiente demostró que tiene variantes para ser un equipo peligroso. El tema está en mejorar atrás, sin dudas, su gran talón de aquiles.