Un punto a favor para Gimnasia

El reloj del partido marca 88 minutos de juego. En el banco de Gimnasia todos viven el cierre de pie, un poco ansiosos por sentir el pitazo final del árbitro Gastón Monsón. El centro de Almirante Brown llega desde la izquierda y cae en el vértice del segundo palo del área chica del arquero Olivera, que duda en salir. Por detrás de todos, solo y con el arco semi vacío, aparece Germán Rivero para marcar un empate agónico, ley del ex mediante.

Por las formas, el empate en Isidro Casanova deja otra vez gusto a fósforo, siendo una remake de lo ocurrido con Morón hace una semana: Gimnasia lo gana bien, domina el tanteador, y en un descuido, junta los platos rotos. Será tarea de Joaquín Sastre analizar ese punto, clave porque le privó sumar seis de seis en las últimas dos fechas.

Sin embargo, ubicando el partido en contexto, la igualdad es un puntazo. EL Lobo fue a la cancha del líder de la Zona A, único invicto hasta el momento en el amanecer del certamen y favorito en las apuestas. Lo puso contra las cuerdas, le fue ganando uno a cero durante buena parte del encuetro por esa delicia de Castro y no se quedó con el batacazo de la fecha por el despiste mencionado. 

Seguramente, el entrenador deberá tomar nota del cambio de esquema a cinco defensores, algo que hizo contra el Gallo y también anoche, con el mismo resultado fallido. No siempre agrupar más gente en defensa termina siendo lo mejor. Pero acá también los contextos son importantes: Morón era el último de la tabla y se jugaba en casa. Más allá de eso, en la previa, diario de viernes en mano, cualquiera firmaba una igualdad en una parada más que chiva. Bueno, acá está.