Los Pumas: de tener un flojo Mundial a estar a 80 minutos de hacer historia con Gales
El resultado ante el Dragón en los cuartos de final inclinará la balanza para un lado o para el otro. Aunque también el cómo será parte del balance.
Desde la Copa del Mundo de 1999, que se disputó en diversos países de Europa, el seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, se ha fijado a sí mismo un estándar que es la vara con la que se mide el rendimiento de los planteles a lo largo de los diversos mundiales. Esa fue la primera vez que el combinado argentino pasaba la fase de grupos.
En aquel evento, avanzaron primero a una suerte de repechaje u octavos de final con los segundos de cada grupo y el mejor tercero (Los Pumas), un formato que nunca más se volvería a utilizar. La victoria de los argentinos ante Irlanda por 28 a 24, aquella húmeda noche en Lens, Francia, sentó un precedente sobre lo que es y no es un buen Mundial para Los Pumas: pasar a cuartos de final.
Si bien aquella expectativa siempre existió entre los argentinos, tanto dentro como fuera de la cancha, el Mundial 1999 demostró que era posible, a pesar de que Argentina estaba atrasada respecto a los demás países de primer pelotón de 10 en el ranking.
Es por esto que la victoria ante Japón y el pase a cuartos, que medirá a Los Pumas con Gales en el Stade Vélodrome de Marsella, es una suerte de checkpoint. Un lugar seguro para que la última gestión, que fue mitad y mitad entre Mario Ledesma y Michael Cheika como head coaches, con altos muy altos y bajos muy bajos, no sea vista ante los ojos del mundo y del rugby argentino como un fracaso.
El hito adquirido por Agustín Pichot, Gonzalo Quesada y otros tantos en ese Mundial, además de ser un recuerdo imborrable en el recuerdo del fanático noventero del deporte ovalado, es una mochila pesada porque menos que eso no es plata, si no lo otro. Tal y como pasó en 2019, con la eliminación de los dirigidos por el ex puma Ledesma.
Una derrota ante el Dragón, dependiendo siempre del cómo, puede ser dolorosa pero digna de un Mundial decente. Las críticas al equipo, que vienen resonando, incluso dentro de los estadios y durante los partidos de esta RWC, serán muy contundentes hacia la gestión del entrenador australiano y el murmullo de la gente va a pegar duro, otra vez, en la ya cascoteada imagen de la Unión Argentina de Rugby (UAR).
Distinto es el caso de una victoria. Fueron solo dos las veces que los de celeste y blanco disputaron una semifinal: Francia 2007 e Inglaterra 2015.
Aquellos resultados son del recuerdo de todos porque son las dos mejores participaciones argentinas en copas del mundo. La mera victoria ante los de rojo, dirigidos por el eterno Warren Gatland, significa como mínimo, igualar la segunda mejor participación argentina en una World Cup.
Por lo tanto, a pesar de no haber encontrado su mejor forma aún en lo que va de torneo: con muchos errores lesiones importantes como la de Pablo Matera, uno de los líderes del plantel. Pero también unos cuantos aciertos: como las contundentes actuaciones de Guido Petti, una tranquilidad en el line los terceras líneas Marcos Kremer y Juan Martín González Samso, en defensa el primero y en ataque el segundo; en la línea Mateo Carreras, Santiago Chocobares y los ingresos de Nicolás Sánchez para cerrar el partido.
Los Pumas de Cheika están a solo 80 minutos de hacer historia.
*Por Felipe Rodríguez, periodista de RugBeat.
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