Mendoza vivió una verdadera fiesta que se tiñó de azul

Independiente Rivadavia derrotó 2-0 a Gimnasia y Esgrima de Mendoza en el clásico mendocino por Copa Argentina. Si bien el equipo de Gabriel Gómez fue muy superior al de Diego Pozo, ambas parcialidades demostraron estar a la altura de las circunstancias y demostrar que el fútbol de la provincia está más vivo que nunca. 

Desde la tarde, luego de una gran tormenta que azotó a toda la provincia y dejó el parque con ramas desparramadas y accesos inundados, los hinchas comenzaron a llegar de a poco al Malvinas Argentinas. De un lado y de otro comenzaron con los tradicionales cánticos que le dan color a este deporte. 

En la cabecera norte se ubicaron los hinchas del lobo, que si bien no agotaron las entradas desplegaron sus banderas y se hicieron escuchar constantemente durante los 90 minutos. 

Los hinchas azules colmaron la cabecera sur y se quedaron mucho tiempo en el Parque General San Martín festejando el triunfo por Copa Argentina. Una vez que el árbitro pitó el final, los jugadores se acercaron hasta su gente y con bengalas y cánticos ensordecedores hicieron explotar el parque. 

Sin duda que el deporte de Mendoza vivió una verdadera fiesta ante los ojos de todo el país. El clásico se llevó Independiente Rivadavia que sigue con vida en la competición.