Protagonistas

La picante pregunta de Goycochea al fracasar el negocio de Ruggeri con su suegro: "¿Me habrían llamado si...?"

El tema volvió a los medios en las últimas semanas a partir de una declaración del exarquero de la Selección argentina. Pero cuando explotó el conflicto, en 1999, Goyco dejó una frase que retumbó al hablar por primera vez del tema. Qué dijo.

Redacción MDZ Online martes, 22 de febrero de 2022 · 13:26 hs
La picante pregunta de Goycochea al fracasar el negocio de Ruggeri con su suegro: "¿Me habrían llamado si...?"

"El horno no está para bollos" dirían nuestros abuelos al ver las últimas declaraciones de Sergio Goycochea, Oscar Ruggeri y Guillermo Cóppola sobre un viejo conflicto por plata que rompió en mil pedazos la relación del exarquero con el exdefensor y el exrepresentante.

Este histórico refrán se refiere al bollo con el que se hace el pan dulce, elaborado a base de harina y azúcar. Para que la cocción de estos bollos fuese perfecta hacía falta que el horno tuviese una temperatura específica, lo que hacía que no se pudiese cocinar en cualquier momento. De ahí nace la frase, utilizada para relacionar el hecho de que una situación no es propicia para realizar algo puntual como hacer una broma, pedir un favor o exigir una explicación, y la antigua costumbre de tener el horno preparado a una temperatura ideal para cocinar esos bollos.

Bueno, no es momento para pan dulce entre Goyco, el Cabezón y Guillote. Quedó demostrado cuando semanas atrás el hombre de los penales en Italia 90 dijo -con una buena dosis de picardía- que no se sentaría a comer con Ruggeri, para que todo explotara por los aires. "No tengo ganas. Esta semana no tengo ganas, la semana que viene tampoco (risas). Puede ser que nunca tenga ganas. Oscar fue un gran jugador, campeón de todo, gran capitán. ¿Como persona? No lo sé, es muy difícil (responder), prefiero pasar para evitar polémicas", dijo Goycochea en una entrevista radial. ¿¡Para qué?!

“No te devuelven la plata y uno es el difícil… No era un vuelto. ¿Si era rúcula (dólares)? Era rúcula sembrada del norte al sur del país, la granja completa", le devolvió Ruggeri ni bien las declaraciones de Goycochea llegaron a los medios.

"Hubo un préstamo que nunca se devolvió. Hubo intentos y un juicio, te diría. Las cosas pueden salir mal porque un negocio puede salir mal, había una necesidad de Goyco. Yo no cobré ni un peso, soy damnificado en esta historia. Pero el dinero ya fue, está perdido. Lo que me molesta es la actitud (...) Hay 800.000 razones", se sumó Cóppola, quien siempre busca esquivarle a los conflictos, pero en este caso optó por decir lo suyo.

Goycochea insistió en decir "para mí es asunto cerrado". Y agregó, en un mensaje dirigido a Intrusos: "La deuda fue cancelada con la propiedad que se puso como garantía, con hipoteca incluida. Yo estoy tranquilo, no le debo nada a nadie". E incluso agregó, según reprodujo el panelista Daniel Ambrosino: "Saben dónde encontrarme".

Goycochea y su mirada del conflicto con Ruggeri cuando estalló en los medios

Con la próxima Navidad lejana en el calendario, queda claro que el horno no está para bollos. El pan dulce puede esperar. Como podía esperar en junio de 1999, cuando Sergio Goycochea le dio una entrevista al diario Clarín y por primera vez habló sobre el conflicto, luego de que Ruggeri sorprendiera en los medios al decir "me debe plata y no lo puedo encontrar". En aquella oportunidad el horno ya estaba a una temperatura imposible para mandar un bollo. Y el exarquero de River y la Selección argentina lo dejó claro: "Me extrañó que Oscar dijera que yo le debía plata y que no me podía encontrar. Si trabajé los últimos dos años en Vélez y en Newell's y tengo hace cinco años el mismo número de celular. Era fácil encontrarme. Lo que pasa es que cuando hay plata de por medio se puede reaccionar de cualquier manera. Yo tengo la conciencia tranquila, no me escapé de nadie".

En aquella entrevista Goyco contó por primera vez su verdad al respecto: "Le pregunté a Coppola si tenía la posibilidad de conseguir una plata para mi suegro. Él me dijo que sí y después de unos días, junto con Ruggeri y Pumpido, me contó que iban a invertir ellos. Se hizo un negocio, una hipoteca, no se les pudo pagar y se terminó con un remate donde ellos se quedaron con la propiedad. De amiguismo no se hizo nada. Si bien fue para mi suegro, yo sólo hice el contacto. Pero cuando ese local se haga plata, nos podremos sentar a hablar para no perder la relación. Es muy injusto quedar así por un negocio mal hecho".

Acto seguido, el periodista le preguntó si se arrepentía de haber contactado a sus excompañeros con su suegro. Y Goyco mandó el bollo sin que el horno estuviera a temperatura adecuada: "Claro, a la distancia me arrepiento. Pero si hubiera salido bien el negocio, ¿me habrían llamado para repartir los intereses por haber hecho el contacto? Yo lo hice de buena fe y salió mal como otros negocios en este país. Por eso no podés tirar debajo de un tren a un tipo".

Por qué Goycochea no le prestó plata a su suegro y recurrió a Cóppola, Ruggeri y Pumpido

En la entrevista con Clarín de junio de 1999 le consultaron a Goycochea por qué no fue él quien le prestó a su suegro el dinero para llevar a cabo ese negocio: "En ese momento tenía otros compromisos y no disponía de esa cantidad", respondió el exarquero. 

"Pareciera que no pudiste ahorrar mucha plata en el fútbol", le insistió el entrevistador. Y Goyco explicó: "No estoy mal económicamente, pero tampoco estoy para sentarme a ver cómo pasan los aviones. Hubo un quiebre con respecto a las ganancias de los jugadores. Cuando volví en el 93 a River como arquero de Selección estaba entre los que más ganaban y esa plata ahora la gana el tercer arquero de River; los top ganan cinco veces más. Te doy otro ejemplo: antes había que comprarse los botines, ahora te pagan por usarlos".

El horno no estaba para bollos en 1999. Y tampoco en 2022. El pan dulce puede esperar.

Archivado en