El “pacto” entre Riquelme y Rossi que tiene en vilo a los hinchas de Boca

La posibilidad de que el hincha de Boca festeje otra vuelta olímpica es lo prioritario para el club. En ese objetivo están alineados el plantel, el cuerpo técnico y la dirigencia. Más allá de cualquier situación que necesite resolverse a futuro. Así lo tienen claro todos en el Xeneize, y Juan Román Riquelme y Agustín Rossi no son la excepción. El arquero todavía no arregló la renovación de su contrato y, después de la negociación que se rompió hace apenas un par de meses, el vicepresidente pretendería retomar las charlas. Eso sí, una vez finalizado el año de competencia...

Boca, que con una racha de 11 partidos sin perder (ocho triunfos y tres empates) se subió a la punta del campeonato, está en su mejor momento de la mano de Hugo Ibarra como técnico y solo piensa en quedarse con el título, lejos de cualquier negociación. ¿Seguirá el Negro como entrenador? Quién lo sabe. ¿Rossi renovará? Eso ahora no importa.

La mira está puesta en conseguir una estrella más y por eso Riquelme y Rossi tienen un "pacto" para negociar una vez finalizada la Liga Profesional y, por supuesto, la Copa Argentina, donde el Xeneize está en semifinales. El arquero es la figura del plantel y, con más de 500 minutos sin recibir goles, es uno de los principales responsables de que Boca sea líder del campeonato.

En ese sentido, el arquero vale cada vez más y desde afuera se reconoce que tiene derecho a exigir lo que pedía hace poco, cuando las negociaciones se dieron por terminadas. El Consejo de Fútbol fue a buscar a Sergio Romero, quien fue operado nuevamente de rodilla y no jugará hasta 2023, y Rossi es cada vez más importante.

Por ese motivo, habrá nuevos contactos entre la dirigencia y el representante del futbolista, con la idea de acercar posturas. Desde Boca habían dicho que la propuesta era "muy importante" y se mostraron confiados en renovar, pero algunos detalles más que clave para el arquero hicieron que la oferta fuera rechazada.

En concreto, Rossi pretende que la cotización del dólar fijada en el contrato sea mayor, que la extensión del vínculo sea de dos años, como máximo tres, en lugar de los cuatro que le ofrece Boca, y que la cláusula de rescisión sea muchísimo menor a los 18 millones de dólares que el club quiere fijarle, un monto que probablemente no pague ningún club que quiera llevárselo.

Hasta el 23 de octubre, el Xeneize jugará seis partidos: los cinco que quedan de la Liga Profesional y la semifinal de Copa Argentina ante Patronato. Después de eso, se retomarán las negociaciones. Todo eso teniendo en cuenta que a partir de 2023 Rossi puede firmar un precontrato con otro club e irse libre de Boca en julio...