La Lepra logró una victoria clave y alimenta la ilusión del ascenso

Independiente Rivadavia sueña en grande. Este lunes tuvo una dura prueba que sacó adelante gracias a un Matías Quiroga determinante que, además de marcar el primer gol, asistió a Diego Cardozo para anotar el segundo tanto y quedarse con tres puntos fundamentales ante Brown de Adrogué. 

El partido comenzó a pedir de la Lepra ya que al minuto Quiroga aprovechó un descuido de la defensa visitante para abrir el marcador y darle tranquilidad a los miles de hinchas que colmaron el Gargantini. Luego, con la ventaja, el equipo de Gabriel Gómez se relajó y le entregó la responsabilidad a su rival. 

Esa decisión hizo que Brown adelantara las líneas y comenzara a acomodarse en el partido. Y tuvo un par de chances para empatar el partido, algo que puso nervioso a los presentes en el Parque. El Azul se fue al descanso ganando y el complemento arrancó similar, con la visita manejando la pelota y el local esperando para salir rápido de contra. 

Y, de esa manera, llegó el segundo. La pelota le cayó a Quiroga, que aguantó la marca, y con un preciso pase de derecha habilitó a Cardozo que definió con mucha categoría ante la salida de Martín Ríos para el 2 a 0. Todo parecía haberse definido, pero si no se sufre, no vale para la Lepra. A los 43' llegó el descuento y los minutos finales fueron dramáticos. 

Brown utilizó todas su armas para lograr el empate y el Azul defendió un triunfo que lo mete dentro de los cuatro que buscarán el ascenso en el Reducido, aunque viajará a San Juan con la ilusión de ganarle a San Martín y jugar la gran final por el primer boleto a la Liga Profesional. Es difícil, pero la esperanza es lo último que se pierde. Ganó la Lepra y el Parque fue una fiesta.

Los datos del partido