Marcelo Gallardo y un sentido festejo con ¿sabor a despedida?

El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, disfrutó el Superclásico como si fuera el último. Ingresó a la cancha con una corbata que recordó a Ángel Labruna, prócer del club, fue el más ovacionado por los hinchas en la vuelta del público a los estadios y se lo vio muy conmovido al finalizar el encuentro.

El Muñeco recibió varias ovaciones a lo largo del partido: en el anuncio de la formación, luego del segundo gol de Julián Álvarez y en el final. "¡Gallardo es de River y de River no se va!", entonaron los hinchas. Los rumores sobre una posible salida en diciembre activó la alarma y el clásico "¡Muñeco! ¡Muñeco!" se escuchó en reiteradas ocasiones.

Un dato llamativo de Gallardo es que prefirió mirar de lejos el festejo de los futbolistas y las cámaras lo mostraron al borde de las lágrimas, algo poco habitual en el entrenador. En los últimos días se habló mucho del interés del Barcelona por él y, quizás, la victoria fue como una especie de descarga emotiva.

"No podía ser mejor en todo sentido, vivir un clásico con nuestra gente después de un año y medio largo con ese deseo de reencontrarnos, esa posibilidad que te da jugar un clásico y disfrutarlo de la manera que lo disfrutamos, porque hoy disfrutamos jugar el partido de principio a fin. Lo merecían los jugadores y la gente. Era una hermosa tarde para terminarlo así, feliz", expresó.

Sobre la particularidad de su look, sostuvo que "por ser ésta la semana del hincha de River" quiso hacerle "un homenaje" y por ello se puso "una corbata como recuerdo a Ángel Labruna". Omar Labruna estuvo en el Monumental y agradeció el gesto del DT: "Fue una semana muy emotiva para mí. Verlo al máximo exponente de River ponerse la corbata de mi padre fue una emoción enorme".