En pie de guerra, la fuerte amenaza contra la FIFA por el Mundial cada dos años
El presidente Gianni Infantino está buscando apoyo para organizar la Copa del Mundo cada dos años, en lugar de cada cuatro, y en las últimas horas recibió una fuerte advertencia que podría arruinar sus planes.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, está buscando apoyo alrededor del mundo para cambiar las fechas de organización del Mundial para hacerlo cada dos años, y no cada cuatro como ha sido desde la primera edición en Uruguay 1930, pero en las últimas horas recibió una dura advertencia que podría arruinar sus planes.
Varias federaciones de fútbol europeas se han manifestado dispuestas a abandonar su condición de miembro de la FIFA si el organismo continúa adelante con sus planes de realizar un Mundial cada dos años a partir de 2026.
Allegados a la dirigencia del fútbol de varios países dijeron a la agencia de noticias alemana DPA que "más de una docena de federaciones" podrían adoptar este "drástico movimiento" si el ente rector del fútbol mundial "no varía sus planes futuros sobre la Copa del Mundo".
Infantino preside hoy un encuentro sobre este tema junto con Arsene Wenger, principal responsable del proyecto. En forma conjunta, la entidad mantiene esta semana reuniones virtuales con entrenadores de Selecciones nacionales para conocer las opiniones de los directores técnicos.
Desde que la FIFA anunció la idea de pasar de cuatro a dos años la celebración de la Copa del Mundo de Selecciones, la UEFA y la Conmebol mostraron su "firme oposición" a esos planes. El Comité Olímpico Internacional (COI) tampoco es partidario de esa idea y las principales ligas europeas también la han rechazado.
En ese contexto, la Federación Danesa de Fútbol advirtió la semana pasada en un comunicado sobre una posible ruptura con la FIFA. "En el peor de los casos y como última medida, no se descarta que todo pudiera conducir a las federaciones a optar por salir de la FIFA en protesta y por la falta de deseo hacia la nueva configuración", apuntó su presidente Jesper Moeller.
Según dictan los estatutos de la FIFA, sus miembros pueden dejar de pertenecer al organismo al final de año y después de haberlo avisado con seis meses de antelación. Esto les permitiría seguir jugando en competiciones que organizasen sus confederaciones, pero no en las del ente rector del fútbol mundial.